Débil

Esta sociedad, está claro que cada vez propugna seres más insulsos, más inicuos y más planos, se aboga cada vez más por la rectitud de encefalograma, por seres sin recovecos ni oscuros rincones, y, cada vez, más asentados y con menos ganas de hacer cualquier cosa, se aboga pues, por la debilidad, pues poco a poco nos vamos metiendo entre ceja y ceja valores propios de sociedades enfermizas y sin fuerza, o lo que es lo mismo, débiles.

Por eso con nosotros ahora mismo están haciendo un máster, nos tienen tan bien atados y enseñados que no hace falta cuerdas, ni un precinto, hemos aprendido a seguir a la manada como hacen los caballos como forma más noble, aunque la mayoría no servimos ni como ovejas, así pues hoy en día se repudia hacer más esfuerzo del estrictamente necesario, y por supuesto, se rehuye del dolor, como encarnación de todos los males.

Las heroicidades pasaron a mejores tiempos en los que eran reconocidas, ahora, si ocurre alguna a nuestro alrededor tan sólo iremos una sonora carcajada, y es que, la vida del héroe está llena de esfuerzos increíbles muchas veces sin recompensa ninguna y por el dolor.

Y hasta ahora llegamos, al punto de que absolutamente nadie es imprescindible, pues todo somos como borregos detrás del buen pastor, que nos da una situación de Pax Romana, todos tranquilos, bajo un mismo yugo, y ya, ni sabemos sublevarnos, se nos ha olvidado, y este es el gran problema, que ya no sabemos protestar, ni decir que no con la firmeza sufiente para creérnoslo nosotros mismos, este es nuestro mayor peligro, ya, ni levantamos la mano por no molestar.