Érase una vez que se era, dos tipos muy listos y consecuentes, se dijeron:
- ¡Ay va pataliebre!, ¿qué ritmo me llevas?
- Pues na Frígido, que estaba yo andando por el campo y he pensado, que, ¿y si nos ponemos y sacamos una teoría para eso de la cromatografía que te parece?
- Cagondíos Robustiano, me parece excelente, ¿te viene bien mañana a la hora del mus?
- Pues na, ahí nos vemos, galán...
Total que al día siguiente a la hora del mus, estaban pensando y pensando (y perdiéndose la partida), y pensaron todas las variables estadísticas que podrían afectar al paso de las sustancias por la columna, que si depende si las bolicas son más chiquiticas y churretosas, o son to gordacas, que si depende la presión que pongamos, el flujo (cochino...), e hicieron un tratamiento estadístico de cada problema con sus campanicas de Gauss y todo, la mar de mono, total, que la teoría se quedó ahí, se comprobó que era válida, y lo más importante, que funcionaba.
Pero érase que se era dos tipos que eran químicos, y como buenos químicos, no entendían nada de matemáticas, pero controlaban que te pasas de extracciones, y exclamaron, oye, ¿y si nos inventamos una teoría que entendamos para cromatografía?, a lo que respondió el segundo, pero tío, si yo nada más sé que de extracciones, y no tiene nada que ver...
Después de un silencio tenso el primero respondió... ¿Y eso ha sido alguna vez un problema?..., total, que se pusieron al lío
Así pues, hicieron una teoría con la base de las extracciones, diciendo que lo que se movía, se imaginaban que estaba quieto, y lo que no estaba en equilibrio, para ellos sí que lo estaba, y que lo blanco era negro y los elefantes eran panteras, total, que les quedó una teoría chapucera con un montón de variables incalculables, y que rara vez funciona...
Bueno, pregunta final; ¿qué teoría se usa hoy en día en el mundo de la química?
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¡¡¡Acertasteis!!!, la segunda... y, os preguntareis amiguitos, y, ¿por qué?, pues muy sencillo, porque los químicos seguimos sin tener ni puta idea de matemáticas compadres, y además, parte de una idea feliz, que todo dentro de la columna es ideal, y todo se hace a las mil maravillas sin imperfección ninguna, mientas que la otra dice que es todo real y normal, es decir, imperfecto.
Moraleja: los químicos somos perfectos, y por eso buscamos sistemas que se adecuen a nosotros, y, más importante, POR MUY GORDO QUE SEA TU PROBLEMA QUE NO TE SALE DE MATEMÁTICAS, ¡¡¡NUNCA SE LO PREGUNTES A UN QUÍMICO!!! (si quieres que te salga bien, claro..; ahí te expones a lo que te expones, luego no te quejes)