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viernes, 28 de septiembre de 2007

Odisea

Hoy me siento fuerte, insondable.-dijo el chiquillo.- el maestro, que estaba justo a su lado, no hizo ningún gesto, tan sólo siguió mirándole con la misma mirada, aparentemente impersonal, y dejó que continuara hablando. El alumno, molesto por el silencio, sin ser preguntado prosiguió. -Creo que ha llegado el día en el que realmente estoy preparado, debo partir en busca de mis propias enseñanzas.- El maestro quedó callado de nuevo, y tras un rato mirándole dijo. -Ve, a ver que encuentras, te esperaré por aquí, no tardarás mucho en volver...- El alumno se paralizó, estaba tan seguro de si mismo, y tan sólo con unas palabras su seguridad se había resquebrajado como un castillo de arena puesto a secar al sol, como un mazazo en una nuez, aún así, su orgullo pudo más y partió...

Partió a un mundo para el extraño, lleno de personas y gentes que no entendía ni conocía, parecía que fuera poco menos que de otro planeta, pero no cejó en su empeño, intentó agudizar sus sentidos tanto como fuera posible, y, en verdad, tenía unos sentidos muy finos.
Se pasó todo el día intentando que alguna persona o ente de los que por allí pulularan le entendiera, mas cuando cayó la noche, se sintió agotado y se fue a dormir al bosque, allí se desenvolvía mucho mejor, le era todo más familiar y más cercano, y paso allí la noche, sin pena, y sin gloria.

Al levantar notó que el cansancio iba haciendo mella en él, pero ni se lo pensó, volvió a la cuidad con la rabia del que quiere conseguir algo a toda costa, con la conciencia del suicida, que quiere hacerse ver a toda costa, con los sentidos del volatinero, que está él solo junto a la cuerda, y la gente se congrega a su alrededor, y debajo de él para ver si cae, o si sale ileso, con esas energías renovadas fue hacia allá, pero el día pasó igual que el anterior, no se lo explicaba, su entrenamiento había sido perfecto, era sin duda el mejor, pero nadie le entendía ni le hacía caso...

Cinco jornadas pasaron antes de darse por vencido y volver a la morada del maestro, allí en lo alto de la colina, entró por la puerta y vio que el maestro estaba preparándole algo de comer. -Tendrás hambre, siéntate y descansa.- dijo. El alumno se quedó obnubilado, ¿cómo era posible que el maestro hubiera previsto su regreso con tanta exactitud?, quedó allí sentado durante un rato, superado por la situación.

Sé como te sientes. -dijo el maestro.- no te esperabas esto, ¿verdad?, creías ser el mejor, y te has visto superado por la situación, durante cinco días seguidos, eso sí, tienes un orgullo envidiable, la mayoría no duran ni al segundo día antes de volver...- Las palabras resonaban en la habitación, golpeaban contra él haciéndole entrar en razón, y confundiéndole más todavía, se sentía extraño...

Hasta que, de repente, despertó. -¿Qué he hecho mal, maestro?, ¿qué lección no he aprendido?.- el maestro sonrío inocentemente, como sonríe una madre a su hijo pequeño. -La lección que no has aprendido conmigo, es una lección que aprendiste en la cuidad, se puede decir que es la primera lección que has aprendido tu sólo, yo tan sólo te la voy a traducir, ya verás como todo cuadra: te preocupas tanto de que la gente te entienda, y, ¿no sería más fácil y productivo que intentaras comprender tu a la gente?, evidentemente, no a cualquiera, tan sólo a la gente con la que tienes una relación de persona, intentas sentir de la forma equivocada, ¿quién te enseñó que se escucha con los oídos?, es mucho más sencillo, la próxima vez que vuelvas a la cuidad prueba de esta forma:

Habla con la vista, escucha con las manos, toca con los oídos, huele con el gusto y mira con el olfato, verás como todas las máscaras caen al suelo y se desmoronan tal como lo hiciste tu, te resultará mucho más fácil así...- El maestro dio la vuelta y siguió cocinando, mientras él se quedó allí sentado durante un largo tiempo, sin embargo, según iba pasando el tiempo sus ojos iban brillando más y más...

jueves, 27 de septiembre de 2007

Desmesura

Quizá no esté hecho para este mundo, o quizá el mundo no esté hecho para mi, me resulta imposible alcanzar un punto, siempre, o me paso, o no llego, y además, no le veo sentido a casi ninguna actuación y/o procedimiento establecido, me explico:
No me explico, ¿cómo es posible en un mundo racional que el pan de molde te lo vendan de 50 en 50 rebanadas y los condones de 6 en 6?, sin duda, ya hay una razón de peso (unos 400 o 500 gramos de pan) para el aumento considerable de la obesidad en occidente, o el mundo "más avanzado", según quiera leer cada uno. Los panes para hamburguesas vienen en paquetes de 6, y las hamburguesas propias de 4 (y no digamos, los panes para hacer perritos en packs de 6, y las salchichas de 5...); las pastillas cuando sigues un tratamiento sobra la mitad de la caja, te prometen 12 megas de ADSL y te dan 3, lo dicho, no estoy preparado para este mundo cruel, las cuentas no me salen, y las matemáticas no engañan (hacen muchas cosas, pero engañar, por ahora, no engañan, tan sólo se ríen de nosotros vilmente como los malos de las películas de Batman), y es que así nadie se puede concentrar en lo que realmente importa, ya que estos son sólo unos ejemplos de los que podría estar horas, incluso días sin parar...

Así, mientras la gente normal no se pregunta porque siempre le sobra alguna unidad de algún envase, prefieren no atar flecos, yo me pregunto sin cesar, ¿por qué la raza humana somos tan sumamente estúpidos?, con lo fácil que es hacer las cosas bien, ¿por qué nos empeñamos y empeñamos en hacer las cosas mal, tan mal que hasta a nosotros nos repugna?, pero este no es un ámbito cerrado a que no nos salgan las cuentas alimenticias, tan sólo hay que ver las relaciones que tenemos... las luchas intestinas entre grupos de supuestos amigos, a los que muchas veces ni soportamos, pero venían incluidos en el pack de amigos de trabajo/estudios/amigos de amigos, en fin, el misterio máximo de los packs, los packs humanos (evidentemente, eso de humano no es en el sentido íntegro de la palabra, tan sólo es porque aún lo consideramos dentro del género homo sapiens sapiens).

O quizá sea que el que no tenga mesura sea yo, sea un desmedido, es otra opción con muchísimas posibilidades, mientras las personas a mi alrededor se limitan a guardar energías, almacenándolas no se bien para que, yo creo que estoy en un continuo derroche, regalando y tirando a partes iguales, vomitando entrañas, sentimientos y pensamientos, desangrándome por la mirada y con los oídos prestos a mirar y el tacto presto a hablar, capturando hormonas en el aire, y notando como se encrespa cada cabello, y, cuanto más derrocho, con más energías me encuentro al día siguiente, me parece que he entrado en un bucle sin control, cada vez tiro más, y cada vez tengo más...

O quizá será porque intento sembrar el doble de lo que cosecho...

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Hoy toca Tao

Parece mentira, 50 y tantas entradas y aún no os he puesto nada del gran libro del Tao, bueno, tiene fácil solución, a ver si hay suerte y encontráis vuestro momento aiku:

Treinta radios convergen en el centro de una rueda,
en ese vacío radica la utilidad del carro.

Hacemos un cuenco con un trozo de arcilla,
el vacío del interior es lo que le hace útil.

Construimos puertas y ventanas para una habitación,
pero son esos espacios vacíos los que la hacen habitable.

Así, mientras nos centramos en el ser,
es en el no ser donde radica la utilidad.

Y bueno, como son cortitos os pongo dos:

Los cinco colores ciegan el ojo.
Los cinco tonos ensordecen el oído.
Los cinco sabores empalagan el paladar.
Corres y cazar enloquecen la mente.
Los bienes exóticos tientan a los hombres hacia el mal.

Por tanto, el sabio atiende al vientre, no al ojo.
Prefiere lo que hay en su interior, no lo de fuera.

Ya me contaréis que tal

martes, 25 de septiembre de 2007

Sobre vidrios, silicatos y fosfatos

Quisiera ser un prisma, con sus cuatro lados perfectos, reflejar todo lo que me llegara con un ángulo de inclinación perfectamente conocido, separar las cosas complicadas en colores puros y formar belleza y armonía detrás de mi, me gustaría dar una señal perfectamente conocida que se reflejara en una pantalla como un dato objetivo, limpio e invariable para las veces que reflejara ese mismo haz de luz, ser un aparato con unas condiciones totalmente reproducibles y objetivas...

Y es que la vida del prisma es muy fácil, simplemente no tiene que hacer nada más que dejar que su perfección deslumbre a un detector que tiene acoplado para que le mida la señal y la traduzca a un idioma que nosotros podamos entender, normalmente, tres o cuatro cifras decimales, tan grato es el trabajo de ser prisma.

Pero sin embargo, mientras todos los prismas tienen un halo de perfección allí donde caminan, hay un lado oscuro de la óptica, que les susurra al oído: ningún prisma es perfecto, todos tienen errores, muy pequeños, sí, pero errores, por eso se debe calibrar el aparato antes de ejecutar una medida... Es la pesadilla de todo prisma, su alter ego, que les pone los pies en la tierra de vez en cuando, aunque su señal se aproxime mucho a la perfección, no es perfecta, su misión es fallida, como la de cualquier otro mortal, están construidos para hacer algo que no hacen, como cualquiera de nosotros.

Así que, me tengo que conformar con ser un simple cristal, lleno de imperfecciones, picotazos e incluso alguna que otra rajita pequeña, que se empaña, se contrae y se relaja, depende de lo que tenga a su alrededor que haga subir o bajar su temperatura, que refleja como y donde le viene en gana, ni un centímetro más allá, ni un centímetro más acá, que no vale para reflejar haces de luz de forma cuantitativa, que no vale para verse reflejado uno mismo en él, pues la imagen aparecería borrosa, horrible o magnificada, depende de la situación.
Un simple cristal sin más, pensarían algunos, más, mientras todos los prismas se pueden considerar casi idénticos, los cristales somos únicos, auténticos, y cada uno tiene su forma de ver las cosas, de sentir las cosas y reflejarlas, incluso, hay veces que no reflejamos absolutamente nada, si no que nos quedamos el haz entero de luz para nosotros, y otras veces que nos hacemos totalmente transparentes para que el haz nos cruce como si nada hubiera pasado...

Definitivamente, me quedo con ser un cristal sucio, deleznable, y lleno de imperfecciones, curtido a base del tiempo y los elementos, de sentimientos y sensaciones, con la capacidad de recordar por qué fue producida cada pequeña muesca, cada gran estallido, cada chasquido provocado ya sea por el frío como por el calor, variable e imprevisible, a no ser que le conozcas perfectamente, claro está...

Ahora comprendo por que en cualquier aparato la parte de la óptica es la más encarece el precio final

viernes, 21 de septiembre de 2007

Mirando

Juraría haberte visto antes, pondría la mano en el fuego asegurando que tus ojos y los míos se fundieron en una profunda e intensa mirada hace ya... en algún lugar indefinido, tan sólo recuerdo tus dos pupilas clavándose en las mías, luchando contra ellas en un intento de ver cual llegaba más abajo...
Creo haber llevado ese peso durante todo el día, ¿cómo unos ojos de un desconocido han podido escudriñarme de tal manera?, mas en su mirada no hubo odio, ni un intento de quedar por encima, siquiera de seguir mirando por mucho tiempo, tan sólo había intención de llegar al fondo, y comprobar si hacía pie, pero creo que ese día había fuerte marejada en mi mirada, si bien logró, primero embravecerla, y luego apaciguarla ese brillo inocente y lleno de fuerza que me abordó ese día ya lejano en el que creo que nos cruzamos...
Daría mi palabra, si tuviera que hacerlo, para decir que conozco esas facciones y esa silueta, e, incluso podría decir que en alguna ocasión te llevé como un peso más en mi carga.
Podría decir que nuestras mentes se cruzaron y se bombardearon con conceptos, como si estuviéramos provistos de bluetooth, a tal velocidad que las personas que coincidieron a nuestro alrededor sintieron una vibración extraña, probablemente atribuida al paso del Metro.
Sí, está claro, recuerdo perfectamente tu respiración y tu exhalación, eso sí, esta vez no habrá la emoción de la primera vez, tan sólo un dèjá-vu en toda regla, con su vértigo y todo, en principio más intenso, pero se puede afirmar que esta vez no será como la otra.

Ya pasó todo, nos alejamos y nos volvemos a olvidar, por lo menos hasta la próxima vez que nos crucemos, nuestras vidas se vuelven a bifurcar, y volvemos a darnos la espalda.
Me acompaña una sensación rara, ¿le conozco?, ¿será la persona de la otra vez, o tan sólo será que clava su mirada con la misma certeza?.

O tal vez sea tan sólo que dos pares de ojos se han cruzado y mirado un instante, quién sabe... tal vez no haya sido más que nada, otra cara más que archivar, otro olor más que enfrascar, otros ojos más en los que mi imagen se ha visto reflejada, eso sí, más grandes y más luminosos que el resto que les acompañaban en ese momento, como un gran faro de luz blanca en una niebla intensa, como ver la luna en lo alto al salir de una cueva, como ver una llamada perdida un domingo por la tarde.

O tal vez sea simplemente un curioso que se hace de notar, otros ojos más que olvidar, otro aliento más que se disipa en la bruma, otros pies más que se alejan para nunca regresar, como un roto en un tejido, como descubrir que el coche tiene un golpecito nuevo, y no sabes quien te lo dejó impreso, como las goteras en los pasillos del Metro, que logran que nos agolpemos unos contra otros para evitarlas... y es que tanto miedo tenemos a mojarnos... tanto miedo tenemos de que nuestra embarcación zozobre en un vaso de agua medio vacío... tanto miedo a que nos vean por dentro, a que nos quiten la máscara, y mostrarnos con toda nuestra magnificencia, sin prejuicios ni pudores... tanto miedo nos da que nos desnuden el caracter... sin que podamos desnudar al que nos hace ese favor.

Tanto miedo tenemos de no estar a la altura

jueves, 20 de septiembre de 2007

Crudo

¿Cómo es posible?... ¿te has descubierto con tu preciosa cara desfigurada pegada al sucio suelo, con tu nariz ensangrentada y tu cuerpo está cubierto por barro y por mierda en lugar de por finos ropajes?, ¿cómo se ha podido llegar a esta situación? digo mientras me pongo en cuclillas para ver más de cerca el cuerpo tirado en el suelo... Este casi no hace ningún gesto, ningún movimiento, tan sólo le recorre algo parecido a una tristeza por todo su ser, y yo me quedo un rato ahí mirando, sin hacer nada, hasta que, por fin, consigue articular palabra el afectado...

Me dice que le ayude, que es desgraciado, que mire en que situación se encuentra, y que sufre... -esta vez tendré que escoger mis palabras con cuidado.-, me digo a mi mismo, a ver si soy capaz. -¿tu te consideras desgraciado?, ¿acaso me ves a mi limpio y lozano como a un bebé?, o, por el contrario, ¿es tan sólo que no has aguantado tus propias desgracias y buscas un hombro ajeno para ello?, es que, para soportar las desgracias se ha de ser de espalda ancha, cuello recio y piernas firmes, una vez vas cogiendo soltura con la carga, puedes empeñarte en parecer ligero, o, si pasa el suficiente tiempo sin incrementarse tu carga, incluso llegar a lograrlo, más cuando estén otras personas igual de cargadas que uno mismo, es cuando se demuestra la verdadera ligereza...-

Me levanté y dispuse a marchar, más el que yacía en el suelo giró la cabeza rápidamente. -¡eh!, ¿dónde vas?, ¿acaso me vas a dejar aquí sólo, expuesto a mi propia suerte, no ves que no tengo fuerzas para nada?, no puedo ni levantarme siquiera...- volví la cabeza, y en sus ojos brilló algo parecido a una alegría tenue, y grité. - Tan sólo dime una razón por la que debería perder el tiempo contigo.- y me quedé allí, esperando y mirando al infinito... no hubo respuesta, aún así al cabo de un rato me volví a acercar, otra vez me puse en cuclillas, y el que yacía volvió a girar la cabeza con una mueca extraña. Comencé a hablar como si nadie me escuchara. -¡Qué traición del destino!, ¡tu que creías que eras un ser excepcional!, a ti, que tanto y tanto le habían dicho lo maravilloso que eras, ¿cómo pudiste dejar de ver con tus ojos para empezar a mirarte a ti mismo con los de los demás?, justo en ese momento comenzaste a perderte a ti mismo, ¿cómo quisiste saltarte todos el trabajo previo y autoconcederte el grado de divinidad en tierra?, ¿cómo quisiste asemejarte a la Naturaleza, que es, sin más, un derroche de fuerzas inusitado, y querer mantener tu fuerza intacta?, ¿cómo pudiste creer que eras algo especial, cuando todos tus hechos fueron nada más que vulgares maniobras?, y aquí yaces ahora, postrado boca abajo y cubierto del barro que lleva el viento, ni siquiera con esto has podido, ¡¡cómo para aguantar una carga de verdad!!, por cierto, tu que me has pedido ayuda, has visto la carga que hay a mis espaldas, o ni siquiera te has parado a mirar fruto de tu egocentrismo, y ¡¡ves que liviano me veo!!...-

Hubo un silencio tenso, incluso vi como se escapaban un par de lágrimas de sus ojos, pero no eran lágrimas propias de quien está triste por no haber entendido absolutamente nada, si no lágrimas de impotencia, por ver que su situación no iba a mejorar por estar yo presente.

-¡Oye!.- Le dije, y la cabeza volvió a girar con los labios apretados y el ceño fruncido. - ¿Crees que eres un ángel?, tan sólo muéstrame donde están tus alas.

martes, 18 de septiembre de 2007

¡Ya empezó el cole!

Ya por fin empezó el cole, oficialmente ayer, ya nos dieron las charlas míticas, una el director del centro, en plan padre, "este año es el más duro, tenéis que dar lo mejor de vosotros, no me falléis", para, media hora más tarde, nuestro profesor y tutor nos dijera "vosotros tranquilos, este es un curso corto y la criba se hace en primero, lo que pasa es que es un poco aburrido", en fin, supongo que son distintos puntos de vista para expresar lo mismo: cada uno que haga lo que le plazca.

Quizá os sorprenda que esté tan contento con la llegada del nuevo curso, pero razones no me faltan, aquí os expongo algunas: así tan sólo trabajo los fines de semana, comenzar el curso significa que en febrero habré terminado y comenzaré las prácticas en empresa, y 6 meses metidos en la vorágine de informes, trabajos, proyectos, no es nada, se pasa volando, las navidades llegan en un plis, y después de navidades, no faltará casi casi nada, deseando estoy que lleguen esas fechas.

Además de ver a gente que desde hace 3 meses no veía, con sus correspondientes risas en un bar cercano después, ¡tan sólo por el rato ese merece la pena volver al cole!, así que nada, hoy aún será muy light, en plan contarnos los planes de estudio y poco más, y ya el miércoles empieza todo lo gordo, a ver que tal se presenta el curso.

Otra gran noticia: ¡¡tenemos laboratorios nuevos!!, a estrenar, sus mesitas, sus vitrinas y demás, a ver cuanto nos duran (espero que menos que los que les precedían, que llevaban ahí 40 años por lo menos).

Lo único que no puedo prometer es que este blog siga el ritmo de entradas como hasta ahora, todo depende de la carga de trabajo que tenga, pero vamos, habrá espacio temporal para escribir como casi todos los días, o eso espero, en fin, ya se irá viendo según pasen los días.

Así que ya sabéis, a partir de mañana tengo el Modo Study: ON

lunes, 17 de septiembre de 2007

Pringao

Este escrito es para esas personas que no se merecen que nadie escriba sobre ellas, esas personas que no se merecen que nadie hable de ellas, pero al final, de un modo u otro, todos hablamos sobre ellas, con mayor o menor frecuencia. Son estos seres infrahumanos que todos conocemos, el subgrupo "pringaos".

Y es que lo malo de este subgrupo, cuya denominación obviaré repetir por exceso de amígdalas por mi parte, no es que sean tan pringaos, si no que, en su afán y su curiosidad, pringan todo lo que tocan, todo lo que ven, e, incluso, todo lo que sienten, detrás de ellos va un reguero propio del depósito de aceite de un coche viejo, y a su alrededor un aroma a fritanga los delata, no os dejéis ni observar por seres así, si no queréis tener que pasar por la tintorería ipso facto, alejaos de ellos, huir si es preciso, ya que son seres sin escrúpulos, porque son conscientes de que ensucian todo lo que hacen, pero, como ellos siempre lo ven todo sucio, creen que es normal, no les importa ensuciar vidas ajenas, e, incluso algunos, dejan manchas que no pueden ser nunca borradas, con lo que un cuerpo inocente y virtuoso de un ser excepcional puede quedar marcado para siempre con la mancha pequeña y minúscula de estos tiranos, apropiándose de lo que no les pertenece ni les podrá pertenecer nunca.

Pero debo dejar claro que pringaos hay en todas partes, es algo que no depende del estrato social, ni del dinero que se haya acumulado, ni siquiera de la formación académica que se haya recibido, para ser pringao hay que nacer pringao, para ser pringao tan sólo hay que tener ademanes de pringao, o en su defecto cara de pringao, o mentalidad de pringao, son tantas connotaciones que se dirigen inexorablemente hacia el infinito.

Y es que por otra parte, el mundo de estos seres es algo maravilloso, sobre todo de actitud, he tenido la posibilidad de entrar en contacto con alguno y, en realidad, ellos se creen envueltos en un halo de superioridad, que es lo que el resto de la población nos referimos con el "halo de pringao" o también conocido como "halo de mongolismo", en realidad en su mente, las situaciones claras y objetivas están perfectamente transfiguradas para que en todo parezca que son unos ganadores de nueva generación, mientras el resto de la población del lugar ve sus cagadas, entre ellos piensan que lo han hecho todo tan perfecto que asusta, y que ese es el motivo de que el resto de las personas allí presentes les rehuyan.

Ejemplos de pringaos:

- Si tienes un Ibiza y te crees que tienes un cochazo, tan sólo porque le has puesto un tubo de escape de 40'', total, quiero, y no puedo.
- Si te vas a comer a un Mcdonald's ataviado con tu polo de Ralph Laurent, o tu Lacoste, tu pelo en plan filetazo y tus ademanes de pijazo, cuando en realidad, eres un quiero y no puedo.
- Si tu máxima afición es irte a pasear a los centros comerciales porque no tienes absolutamente nada mejor que hacer.
- Si te estás quedando calvo (a todos nos pasa antes o después) y te empeñas en superengominarte el pelo y ponerte lo mechones de tal forma que "no se noten", tío, que se nota, además, se nota de cojones, y no hay nada mejor que saber llevar la calvicie con orgullo.
- Si hablas constantemente de lo que no sabes y encima pretendes llevar razón siempre.

Esto son tan sólo ejemplos, os animo a que pongáis vuestros casos de haber visto pringaos por ahí, deambulando entre las multitudes, como una mancha negra de pelo fosco y ojos hundidos

domingo, 16 de septiembre de 2007

A por el 2000

Saludos pequeños, hoy escribo, sin que sirva de precedente, para vosotros, hoy, dos meses y muy poquito dista de que empezara a escribir aquí, y el contador de visitas marca un deslumbrante 1000, muchas gracias a todos, espero que os sigáis pasando por aquí a leer mis tonterías, yo seguiré por aquí dando guerra, aunque el contador permanezca inerte, dando rienda suelta a mi creatividad y vomitando pensamientos y chorradas por medio de las teclas que tengo en contacto con la punta de mis dedos, moviéndose raudo y firme en pos de la siguiente línea.

Tan sólo era eso, de nuevo, muchas gracias a todos y espero que sigáis por ahí leyendo esto, y ya sabéis que no cobro por los comentarios ;), así que animaos, y comentar cualquier cosa, y si es para contradecirme mucho mejor, para eso estamos, la crítica es lo mejor que se ha inventado desde la creación de espinete.

Un saludo a todos, y mañana tendréis otro poquito más ;)

viernes, 14 de septiembre de 2007

Ídolos

Todos sabemos que entre nosotros hay personas extraordinarios, adelantados a su tiempo, ejemplos a seguir, es más, todos tenemos a personajes dignos de admiración, pero, cuando me preguntan a mi, la gente que me rodea no suele entender mis gustos, mis ídolos, no os estoy hablando de otra persona que del más grande, ese ese, Jose Luis Cobos, sin duda, yo quiero ser como el de mayor, para quien no le conozca, este dios impertérrito es un ser superior, y entre sus múltiples méritos está el de hacerse de oro (y no digo chapado en oro, si no de oro macizo), triunfando en el complicadísimo mundo de la música, pero, de una forma distinta, mientras el resto lo consigue a base de esfuerzo, o de suerte, o una mezcla de ambas, este ser superior lo ha conseguido... ¡¡sin escribir ni una sola nota en toda su vida!!, todo un ejemplo de superación, yo quiero ser como él de mayor, hacerme de oro con mi trabajo, sin hacer absolutamente nada nuevo. Y por si fuera poco, encima ¿os habéis fijado la melenaza que tiene?, está hecho todo un sex simbol el tío. Sí, definitivamente, quiero ser como él.

Pero no queda aquí la cosa, si no que, además, es uno de los más activistas de la SGAE (esta asociación que ahora quiere poner el cazo hasta por la compra de teléfonos móviles, ya que pueden reproducir música...) con lo que, ahora, si compras un móvil que reproduzca mp3, pagas canon, ¡¡pero!!, si además te descargas legalmente una canción: ¡¡¡lo vuelves a pagar!!!, queda decir que también se llevan nuestro dinerillo de la venta de CD, DVD, reproductores, discos duros, ordenadores... así pues, digo yo, que ya que pagamos canon, nos están dando libertada para copiar, por que, ya que nos están acusando de piratas (de esos con parche en el ojo y cara de malo), pues lo mínimo es ejercer, ya que la condena pesa sobre nosotros, lo hagamos o no lo hagamos.

En definitiva, quiero ser como Jose Luis Cobos, en resumen, un tío de oro macizo sin hacer absolutamente nada, y ahora, aunque ni siquiera se digne a dirigir ningún concierto, además, él pone el cazo y la SGAE le paga, eso si que es trabajar por amor al arte... ¡¡y cuanto amor!!

PD: Jose Luis, eres mi ídolo, a ver si lees esto, me dejas tu número de móvil y quedamos para que me expliques cual es tu secreto, de verdad, te admiro, y como a ti, a todos los personajes estos que se han subido al burro sin hacer nada (véase Ramoncín, La Polla, ahora llamados Gatillazo, superpunkis y luego pidiendo canon, lo más antisystem que he visto en mucho tiempo y el resto de la jauría salvaje esta), os quiero... mucho... ¡y muy lejos!

jueves, 13 de septiembre de 2007

Abrir y cerrar

Cerré y volví a abrir los ojos, y todo había cambiado, toda mi oscuridad era luz, pero no una luz cegadora, más bien un brillo tenue, todo parecía más claro a mi alrededor, no es que estuviera más lleno de matices, si no que esos matices eran distintos a como eran antes, pero la riqueza era la misma, era tan sólo, otro punto de vista, pero, ¡vaya si cambiaba el punto de vista!, eran ambos igual de bellos, igual de serenos y de mágicos, me llenaban por igual el espíritu, pero eran tan distintos que ni siquiera parecían la misma escena, y es que hay que ver como cambia todo dependiendo la iluminación que uses, dependiendo del prisma y la óptica que montes, y sí, para unos determinados aspectos da muchas ventajas la oscuridad, y para otros, la luz tenue, me acordé de mi profesor de microbiología cuando nos enseñaba las diferencias entre el microscopio óptico, el de ultravioletas, y los electrónicos, cada uno tenía algo que aportar...

Me acordé del libro del Tao y de su forma de ver la realidad dual, de ver lo bueno y lo malo como dos caras de una misma moneda, de ver como si en una cara había grandes elevaciones y bellos grabados, en su anverso habría profundas depresiones y dibujos ininteligibles, y es que, en realidad, somos todos como esas monedas del Tao, en eso reside nuestra igualdad, hay personas cuyas virtudes y defectos son más rectos, más pulidos, y otros que están llenos de picos y recovecos, como un fractal, y muchas veces nos sorprendemos cuando un ser que creíamos virtuoso nos muestra esa cara, y le tachamos de falso y de monstruo, cuando tan sólo nos está enseñando su anverso, ahora comprendo por qué los grandes maestros del Tao quieren huir de los extremos, quieren mantenerse en la serena templanza, todo tiene un tiempo para subir, y otro tiempo para caer, un tiempo para mantenerse erguido, y otro para encogerse, tan sólo que cuanto más subas, o mas te estires, más bajarás, o más encogido te quedarás al final.

¡Ay!, ¡cuánto se puede aprender cerrando y abriendo los ojos!, y ahora ya creo que no puedo parar, no me conformo con un punto de vista, quiero todos los puntos de vista posibles, quiero tener un conocimiento más rico sobre mi mismo, y una vez recopilado eso, tal vez me vea con fuerzas de volver a bajar a mis profundidades, sin duda es un viaje que hay que hacer periódicamente, pero no penséis que por hacerlo más veces es un viaje más fácil, ni mucho menos, las profundidades de uno mismo son intensamente cambiantes, si bien su esencia se mantiene, no así su forma, que cambia sin parar, cada vez que se baja es un rompecabezas nuevo, que, la mayoría de las veces, hasta que no consigues acabar no te das por satisfecho, si bien la satisfacción es enorme al terminarlo, la recompensa es mucho mayor a las penurias sufridas.

Así pues, parto ya, abriendo y cerrando los ojos, mirando con ojos que no son míos, y escuchando con oídos que no me pertenecen, hasta que aprenda a sentir con el espíritu y no con los sentidos.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Llueve

Comenzó a llover, empecé a sentir cada gota que caía sobre mi cuerpo, mi cara, un frescor tibio se apoderó de mi ser, mis músculos de mi cuerpo se tensaron, debido al contacto con el agua fría, mientras los de mi cara se relajaban por momento para captar esa sensación mejor, todo el calor que tenía se fue disipando en el ambiente, me quedé parado mirando hacia arriba, hacia la nube que me había bendecido con esta sensación, y le di las gracias y me quedé un rato ahí, sólo, empapándome con una sensación de profunda paz mientras la gente a mi alrededor se agolpaba y corría como gallinas sin cabeza en busca de una cornisa para guarecerse... no comprendo por qué, pero cada día tengo más claro que no entiendo a la humanidad.

Al final comencé a caminar lenta y pausadamente, con el cuerpo recto y la cabeza erguida, disfrutando de ese precioso momento, mientras el resto corrían agazapados, ¡cómo si así se fueran a mojar menos!, y es que creo que hay un error de concepto, la tensión puede hacer que cualquier sensación agradable se horrorice al máximo, algo tan intenso como esto, quitarse el calor del cuerpo después de todo el día con finas gotas de agua, si nos empecinamos en tensarnos y hacernos un ovillo, se convertirá en algo horrible, más esto es debido a nuestra infinita ineptitud para captar los regalos que nos brindan gratuitamente, no digamos, si esto lo extrapolamos a otros ámbitos, un regalo agradable, echo desde lo más profundo del ser, se puede convertir, si el que lo recibe tiene esta tensión, en algo más que una patada en la boca del estómago.

Seguí caminando, y divagando, hasta que al final, inspirado por las gotas de agua, me acordé de los grandes maestros, y su fijación por comparar la armonía con el agua, rápidamente lo comprendí todo, ya tengo una nueva línea de trabajo, ser como el agua, lo más blando, y a la vez capaz de romper riscos enormes, lo más maleable, y a su vez, incompresible, algo que pudiendo llegar a ser lo más puro, también puede enlodarse y oscurecerse perennemente, un todo en si mismo, y no es nada a no ser que le prestes algo de atención, sí, definitivamente, quiero ser como el agua, es un camino largo y duro, pero su recompensa es infinitamente mejor...

Armonía, prepárate, porque allá voy, eso sí, pacientemente, quiero disfrutar de las vistas del camino, quiero regocijarme con cada paso que de, estar totalmente seguro, y equivocarme, para volver hacia atrás, fijarme en los arbustos de la vereda del camino, con su multitud de bifurcaciones, intentaré mirar lo más lejos posible, para discernir cual es el camino más recto, aunque, luego, irremediablemente me pierda en ese laberinto mágico, con infinitas entradas e infinitas salidas, a su vez con infinitos puntos intermedios, es más, pienso adentrarme ahí sin una ruta de viaje, sin papel, sin lápiz, sin candil y sin mantas que me cubran por la noche, quiero estar totalmente a merced del camino, a ver hasta donde puedo llegar apoyándome únicamente en mi, y, quizá, en alguna persona que me encuentre por el camino, si bien cada uno deberá tomar sus propias decisiones, es lo más parecido a una soledad, y lo más parecido a estar acompañado, en fin, es lo más parecido a.... lo que quiero, y detrás de cada quiero, siempre, siempre, hay un puedo, tan sólo hace falta tener un por qué, a las personas que tengan un por qué, les vale casi cualquier como.

Operación vuelta al cole

Por fin se acerca el día más esperado del verano, por lo menos para mi, el día en que se acaba toda la vorágine estival, oficialmente no es el fin del verano, pero espiritualmente sí lo es...
¡¡¡¡¡El lunes empieza el cole!!!!!, por fin, dejar el trabajo todos los días a un lado, y tan sólo tener que ir a aguantar los fines de semana, además, con la meta de que en Marzo habrá acabado todo, y comenzaremos otra historia, con sus cosas buenas y sus cosas malas, pero sin duda, mejor que hasta ahora... ¡¡Qué ganas tengo de empezar!!, de volver a ver a las personas que hace 3 meses que mis ojos no se cruzan con los suyos, a volver a las coñas de siempre, a ese ritmo frenético y a la vez relajado del turno de tarde, con el recinto medio vacío, y sin embargo con un gran ajetreo, es el año en que hay echar el resto, lo bueno es que son sólo 6 meses al máximo, una duración totalmente factible para darlo todo sin llegar a cansarse sobremanera.

En fin, aún no he empezado estos 6 meses y ya estoy pensando en que hacer cuando los acabe, ¡qué poco propio de mi eso de hacer planes con más de 5 días de antelación!, ¿será que me estoy haciendo mayor?, o, por el contrario, ¿será que este año me he ilusionado demasiado con la meta en la cabeza de que ya el fin está próximo?, tan sólo espero no desviarme del camino, soy consciente de que si te fijas demasiado en una meta, te pierdes lo que ocurre a tus lados, y sobre todo, detrás de ti, en fin, espero que salga todo bien en esta difícil tarea, que haya alguna complicación, ya que si no, no es tan divertido, y, ¡a ver que sale!

martes, 11 de septiembre de 2007

Hoy por ayer

Parece mentira que diga esto, pero el lunes se está convirtiendo en mi día favorito de la semana, no sé si será porque se agolpa en mi cabeza el recuerdo del frenético fin de semana, y lo puedo ver de una forma más tranquila y más cercana, o bien porque la semana vuelve a tomar su ritmo tranquilo y pausado, sin prisas, que acabamos de empezar, o si será por la melancolía de haber estado con quienes quería estar, ya que, ya sabéis que no hay peor soledad de no estar con quien tu más quieres ver.

Y ahí me planto yo, hoy (por ayer), lunes, cansado, ojeroso, con el cuerpo dolorido y la mente pensando en otras cosas, la mezcla entre el cansancio y las endorfinas residuales presentes me convierten en un ser enigmático, aunque más bien es que estoy en la Séptima Parra, como aquel que dice, en una nube viendo todo desde tan arriba, que cualquier obstáculo parece una nimiedad sin sentido, contemplando los paisajes y los distintos tonos de verdes y amarillos, sin distinguir siquiera cualquier otra forma de vida. Sí, toma trabajar, pero bueno, ¿y qué?, no es nada extraordinario (salvo que estés en paro), además dicen que el trabajo dignifica, aunque yo prefiero ir, hacer lo mío, y volver sin más, como quien no ha hecho absolutamente nada, como un fantasma, por un lado encadenado, y por el otro totalmente libre de las ataduras del espacio y el tiempo, condenado y liberado a la vez, y, en cuanto salgo de la tediosa tarea, nada más tengo que quitarme la sábana para volver a ser yo, el de la nube, y volver a casa con una sonrisa etrusca en mi boca, y el vacío en mis ojos, para quien no pueda ver las cosas que no se ven con los ojos, claro está, en realidad mi mente está tan llena de sensaciones que no caben todas en mis ojos, que se conforman con aportar un brillo tenue, podría decirse, un halo, un aura de felicidad permanente, y así, refulgente cuan gusiluz, camino por la calle, no sé como me mirará la gente por tener esta cara de idiota, ya que no me paro a mirarlos, voy mirando algo mucho más importante, lo que queda dentro de mi de estos días que han pasado, lo que queda de esas conversaciones con los amigos, lo que queda del cansancio físico de dormir poco y estar demasiado activo, lo que queda de magia...

Y siento la magia justo dentro de mi, en la zona abdominal, ahí está toda recogida, presto a salir, como una centella, hacia cualquiera que se lo merezca, mas no es tarea fácil merecerse toda esa magia, para ello se debe ser mágico también, si no sería un regalo non grato para cualquiera, sería como darle una flauta a un burro, y esperar que acto seguido este tocara algo de Verdi con ella, algo un poco violento para ambas partes...

Ahí sigo con mi magia danzante, inquieta, mientras mi cabeza piensa en otras cosas y tan sólo nota un leve cosquilleo que la estimula un poquito más si cabe, caminando solo, con la mejor de las compañías posibles, por la vereda del camino, fuera de los pueriles ojos de los curiosos, que manchan todo lo que miran de esta forma, hasta que llego a casa, y me tumbo a disfrutar de otro lunes más, a disfrutar de lo pasado, relajadamente.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Pensando

Miré mi reflejo en el agua, ya me iba pareciendo más a mi mismo, la armonía se estaba apoderando de mis facciones, más yo no me fijaba en mi propia imagen distorsionada por el agua, estaba con la mirada fija, mirando sin ver, con la mirada perdida en el fondo del lago, y por más que quisieran, los peces no podrían distraerme esta vez, mi mirada los traspasaba como si fueran transparentes como un fino cristal, también me di cuenta que mi mirada había traspasado el fondo, como si se tratara de un fino lienzo, dejaba pasar a su través una fina oscuridad y sombras escogidas, pero yo seguía con la mirada fija en ningún lugar, pensando...

Me levanté súbitamente, y seguí mi camino, pensativo, caminando lentamente me perdí, obnubilado en mis propios pensamientos, volando a una altura jamás vista, que nadie jamás verá, ya que estaba volando tan sólo en mi mente, con la oscura y sólida soledad de estar consigo mismo, ¡cómo podría estar más a gusto!

Perdí el día entero, caminando y pensando, encerrado en mi mismo, bueno, no exactamente lo que se llama perder, ya que fue un día de lo más aprovechado, nunca había volado tan arriba sin sentir el gélido aire en mis pulmones, pero esta vez mi cuerpo tenía demasiado calor para ese viento, tuve que subir más arriba, menos mal que no acusé el vértigo, y mis pulmones derretían el hielo reinante en la zona con un simple contacto.

Coincidiendo con el atardecer, bajé a la misma porción de tierra donde se anclaban mis pies, los encontré con suma facilidad, esté en contacto con ellos en todo momento, y me dije, - parece que está la noche templada, hoy dormiré en este claro, rodeado de este verdor oscuro que da la luna, mágico, casi irreal...- y así me dormí, mágica y casi irrealmente, alcancé el sueño rápidamente.

En medio de la noche me levanté apresurado, la conclusión de todos mis pensamientos echos durante el día retumbaba en mi cabeza como un gong, "mi felicidad es, una recta, una curva, un sí, un no, una meta, un por qué seguido de un como, a veces subir, otras bajar, no pensar en nada y pensarlo todo a la vez, en fin, dejar de pensar tanto, y sentir más, vaciar mi mente de filtros estúpidos, dejar que los pensamientos fluyan en mi interior y se canalicen al través de mi laringe con mis cuerdas vocales como director de orquesta, dejar de rumiar pensamientos y razones como un animal de rebaño, y comenzar a vomitar mis entrañas para ver de que estoy hecho por dentro... Vaciarme, para volver a llenarme"

jueves, 6 de septiembre de 2007

Paseando por oscuros recovecos

Mi cabeza está vacía, libre de todo pensamiento, algunos podrían decir que he alcanzado el estado de iluminación, el Nirvana, otros dirán que el estado de iluminación consiste en encender una lámpara halógena, nada más lejos de la realidad, mi cabeza está vacía, no hay ni luz, ni sombras, ni siquiera vacío, no puedo ni decir que los pensamientos se agolpen para intentar salir, ya que no hay nada, eso sí, es un estado de Pax Romana sin igual, echa directamente por la ley del más fuerte, ¡quién iba a pensar que el más fuerte era nada!; otra paradoja de la vida, ahora paso el día sin pensar en nada, y lo peor de todo, soy feliz, como una estatua con su etrusca sonrisa, esa sonrisa que da un halo de superioridad a un trozo de piedra tallada, esa sonrisa que da sin dar, que quita sin tomar, que no tiene nada dentro, pero sin embargo es maciza, ¿cómo se le puede dar ligereza a un bloque de piedra?; ah... ese es el trabajo del escultor, proveer de ligereza y una finura estética sin igual a algo tan duro y burdo, tan vulgar, como un pedazo de piedra, y es que, es en cuestiones graves, donde los seres graves muestran su ligereza, mientras a los seres ligeros les vence el peso y se hunden en la ciénaga.

Y en esa ciénaga estoy, menos mal que mi entrenamiento ha sido exhaustivo, demostrando mi ligereza en los pasos, sin dejar ni rastro, podría decirse que casi levitando por el fango, porque sé que detrás del fango habrá algo mejor que este, me esperan verdes praderas cubiertas de césped y suaves flores, con algún árbol desperdigado, clavado en el paisaje, como una chincheta en un papel, algún sitio donde pueda despojarme del todo de mi máscara, donde pueda sonreír con sinceridad, donde mis ojos y mi boca hablen el mismo idioma, y donde se pueda hablar sin emitir sonido alguno con las cuerdas vocales, sin respirar, tan sólo con un ligero gesto o un cambio en las facciones de la cara, un sitio donde las distancias se acerquen o alejen tanto, a tu gusto, que no sean un impedimento, donde el agua corra clara y fresca, y las nubes oculten caprichosamente al Sol, pero no se atrevan a hacer lo mismo con la Luna, donde por las mañanas baje la niebla, y por las noches se levante la suave brisa, un sitio el cual sea templado como un Octubre, pero tenga el espíritu de Abril, donde no haya subidas ni bajadas bruscas, si no tan sólo un suave zozobrar...

Pero por ahora sigo en la ciénaga, hablando con los sapos y las libélulas, escuchando el susurro de las pocas plantas que se atreven a crecer allí, valientes, sobrias y recias, historia viva del dicho lugar, dejándome acariciar por los juncos y las ramas de los árboles, y explorando, raudamente, los confines de la misma, como la estatua contempla la puerta de su templo, y a sus visitantes, con una cálida hospitalidad, y un profundo respeto, sabiendo que es algo importante que le toca vivir, y que su momento ya vendrá, y, sabiendo que, probablemente, todos esos visitantes no verán el momento en el que ella, la gran estatua, se despoje de su máscara, y dejé su piel echos sarmientos en la puerta de su casa, y entre para tomar su posesión, con la pasión del que ha esperado algo mucho tiempo, y con la emoción de ser la primera vez, y que, con tan sólo ese gesto, su vida se ve realizada, sintiendo que ha merecido la pena la espera y que todo es aún más maravilloso de lo que ella habría pensado y soñado jamás, sintiendo tanto calor entre 4 frías paredes, tanta pasión, que probablemente al principio queme un poco, pero no hay quemadura más agradable que esa...

Sigo caminando por la ciénaga con paso tranquilo, no hay ninguna prisa como para no parar a descansar y contemplar el paisaje; las prisas son para otros.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

De vuelta

Aquí estoy, de vuelta, en estos días he tenido de todo, vientos, lluvias, tempestades y hasta olas de calor... es acojonante lo que se puede hacer en 3 o 4 días bien aprovechados, pero ya estoy recuperado y con ganas de más, por lo menos hoy me he levantado con ganas de escribir, menos da una piedra, siempre que la piedra sea pequeña, claro está.

Y es que cuatro días son muchos días, dan para mucho, o para muy poco, depende del planteamiento que se tenga, pero he terminado agotado, cuatro días llevo cargándome los odres que encuentro en mi camino, peleando con gigantes y bajando a todas las profundidades que he encontrado en mi camino, en fin, cuatro días de ardor guerrero que ahora se merecen un respiro, una reflexión, un sabio dijo que si golpeas constantemente con tu espada, podrás mantener su filo por poco tiempo, ahora toca dedicarse por completo a esta espada, que por estos días tan bien me ha servido, curar sus heridas y repararla completamente, tratarla como se merece, vaya.

Ahora toca un tiempo de escudriñar que hay detrás de esta densa niebla, luchar contra ella pacíficamente, comprobar si es más densa mi mirada, o esta dichosa niebla que lo cubre todo, pero, igual que ya me he acostumbrado a la oscuridad, supongo que me acostumbraré a la niebla... no quiero ni pensar cuando vuelva a salir el sol la sensación que voy a tener, aunque llevaré siempre encima protección solar, por si acaso; aún así, tengo la sensación de que este cuerpo se adapta muy bien a la escasez de luz y de recursos; y no tanto a la exuberancia y el derroche de la naturaleza luminosa.

Toca unas duras jornadas de descanso y de pensar, creo que se me va a hacer aún más agotadoras que luchar con fantasmas, luchar con uno mismo es mucho más pesado, mucho más grave, pero es en las situaciones así donde los hombres graves demuestran su ligereza, y creo que me estoy superando por momentos, me estoy forjando como se forja un arma, a base martillo y yunque, y es que me he convertido en martillo, yunque y además, en la porción de acero que hay en medio de ambos... ¡esperemos que la forja salga con pocos defectos!

El proceso de forja es largo, duro y tedioso, una metamorfosis en toda regla, más si es una metamorfosis para volver a ser tu mismo, todo vale la pena; además todo lo que merece la pena de consigue a base de trabajo, así pues, me pondré la ropa de trabajo, me convertiré en yunque, en martillo y en acero, y contemplaré exaltado mi creación; me espera un largo proceso... ¡¡pero tengo tanto tiempo!!

sábado, 1 de septiembre de 2007

Queda poco

¡¡Ya falta menos!!. - Gritó una mente a viva voz, en realidad, estaba ya a punto de suceder, los días se sucedían en el calendario a un ritmo vertiginoso, los días se acortaban y se acortaban, poco a poco, pero inexorablemente, la noche comenzaba a comerle terreno al día, era una carrera perdida para este último, todo empezaba a tornar al equilibrio, el bochorno se empezaba a convertir en templanza, el dominio aplastante del sol empezaba a ponerse en entredicho, los animales comenzaban a comedirse, el periodo de cría tocaba a su fin, ya la nueva generación estaba lo suficientemente crecida como para sentir agotamiento, todo comenzaba a tender a la normalidad, todo tendía hacia el centro, hacía la armonía...

¿Todo?, ¡no!, una especie, algunos afirman que la más evolucionada (algo que nunca he entendido, en definitiva, todos venimos de la misma raíz, con lo que todos hemos evolucionado durante el mismo tiempo, al menos, en referencia a las no extintas, quizá dicen eso por que aparecimos más tarde, y por eso creemos que lo nuevo es mejor, ¡qué creencia tan estúpida!), se empeña en ir a contracorriente, en estos tiempos de templanza, en los que ya se huele el tibio aroma del otoño, la melancolía de las hojas que comienzan a ponerse de color pardo, ya se huele la esencia de los tonos ocres, bañados por la brisa, a veces cálida, y a veces fría, propia del tiempo que vamos a comenzar en breves fechas; estamos hablando, como no podría se de otra manera, de la especie bípeda por excelencia (no, no son las motos), sin duda hablamos de nosotros mismos, nosotros volvemos en estas fechas (mañana para ser más exactos) en masa, para imponer nuestro ritmo frenético al pausado cambio de lo que nos rodea...

¡¡Señoras!!, ¡¡señores!!, dentro de poco, en un par de días, para esos afortunados que tuvieron sus vacaciones en Agosto, dichoso mes, que, menos mal, ya toca a su fin...
Nunca creí que estuviera tan deseoso de que comenzara el curso, nunca creí que esperaría tanto pasar a estar de fin de semana en el trabajo, mi momento empieza ya, me queda poco...

Pero tengo un mensaje, para esos dichosos... dentro de dos días, será, "EL LUNES DE LOS LUNES", después de un larguísimo mes, todo vuelve a la normalidad, después de un mes, habéis de enfrentaros otra vez a vuestra ocupación, yo, estoy deseando que llegue la mía... ¡ay, qué deseos de empezar las clases de nuevo, que pase rápido el año, y de acabar, por fin!, ¡ay, que deseos de que el bochorno y los sudores del verano den paso a la templanza y la brisa fresca del otoño!