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lunes, 30 de julio de 2007

Mañana, otra vez de vacaciones

Otra carambola del destino, en el trabajo me dan 3.5 días libres, así que me vuelvo a la playa a recoger mi moreno y la luz de mis días, que me dejé allí a los dos, así que, como viene siendo habitual, os voy a poner unos vídeos para que sobrellevéis la espera, los que podáis...

El viernes aquí estaré y volveré a escribir, si es que hay ganas, aquí tenéis los vídeos:

Primero, a mi juicio uno de los mejores testimonios de la Hora Chanante, el de Lorenzo Lamas, el rey de las camas:



luego el gran éxito "estoy fatal de lo mío"



Otro clásico... "El forestal"



"Los tiempos muertos de un superhéroe"



Y por último, "el gañán y el arte" otro de los grandes


Tolerancia

tolerar: (Del lat. tolerāre). 1. tr. Sufrir, llevar con paciencia. 2. tr. Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente. 3. tr. Resistir, soportar, especialmente un alimento, o una medicina. 4. tr. Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.

Sí, habéis leído bien, por eso nos gusta tanto la palabra tolerar, sobre todo por la última entrada, es una especie de compasión, es decir, respetar ideas del resto, AUNQUE sean distintas a las propias, es decir, hay una connotación de superioridad, el que tolera, es superior al tolerado, ya que los soporta, aunque no le guste, al igual que el que muestra compasión por algo, se pone por encima del que recibe la compasión (pobrecito de tal, mira lo que le ha pasado), y encima nos quieren vender que ser tolerante es tan bonito como un mediodía de Marzo, con su cálida templanza, como veis, nada más lejos de la realidad, si no, probar a preguntarle a un tolerante, que harías si tu hija tuviera un novio negro/chino/árabe/novia (elegid la que mejor os convenga), como mucho os diría, bueno, la seguiría queriendo igual, es mi hija. Entre líneas (y no tan entre líneas) se vislumbra un "estaría jodido a más no poder, pero es lo que hay"; así que pues, que nos os vendan castillos en el aire, ser tolerante no es ni mucho menos haber alcanzado la igual de pensamiento, es tan sólo un primer estadio, el primer paso del inmenso camino hacia la igualdad.

Otro punto de los tolerantes, es, respetar ideas aunque sean distintas a las propias, aquí hay otra connotación de superioridad, es decir, respetas las ideas de otros, aún estando convencido de que son peores, infantiles, triviales, y nimias, comparadas con las propias, otra cosa muy parecida a la compasión. Y es que no sé que manías persecutorias han entrado ahora a la gente de que hay que ser tolerante; yo debo admitirlo, no soy tolerante, y creo que nunca lo seré, ya que no me considero estar por encima ni por debajo de nadie, tan sólo que cada uno estamos a un nivel distinto, comparándolo con las coordenadas cartesianas, se podría decir que los tolerantes se ven más arriba en el eje Y que el resto, yo veo a la gente más o menos desplazada por el X y el Z, pero todos a la misma altura.

Si bien también tengo que decir, que para todo hay que tener un pudor, por esta otra razón tampoco puedo ser tolerante, tengo claro que hay cosas que no quiero saber, hay situaciones en las que no quiero descorrer el velo, hay personas que no quiero que sepan de mi existencia; en definitiva, hay cosas que no quiero hacer, ni siquiera ver, y mucho menos palpar.

Nada más que espero que sea otra moda, como tal, transitoria, y que la enajenación a la que estamos sometidos acabe pronto, que la hipocresía vuelva a su lugar primigenio, y no se busque máscaras con alegres colores y gestos absurdos, para que no despierte más carcajadas de personas, y otros no tan personas, con los que se vaya cruzando; así pues nos queda nada más que paciencia, y, si la encontramos por la calle, mirar hacia otro lado, si no queremos llorar de risa o de lástima.


domingo, 29 de julio de 2007

Pulso

En esta sociedad en que vivimos, no podemos más que echarnos las manos a la cabeza, o, si se tiene un poco de pudor, a la cara, para no ver ni por asomo lo que tenemos delante; y es que, ¿quién no ha oído alguna vez, a personas (o personajes, según el caso), diciendo "es que me han suspendido", "es que la culpa no es mía", "el jefe es que exige demasiado", y otras similares, en cualquier ámbito?.

Y sí, antes de entrar en demagogias, a veces se da el caso de que, efectivamente, "te han suspendido", o "esta vez la culpa no es tuya", o bien es cierto que "el jefe te exige demasiado", pero, como se dice en mi casa, una cosa es una cosa, y seis media docena; permíteme confesarte que es posible que te suspendan un par de veces, pero no 15, que a veces la culpa no es tuya, pero otras sí, y que algún jefe es posible que te exigiera demasiado, pero no en los 8 trabajos que te han despedido.

Es decir, vamos, con rumbo recio y regio hacia el absurdo, ya estamos en una posición muy avanzada, cada vez, aún teniendo más oportunidades de formarse; llegamos más bajo en términos estudiantiles, y eso, evidentemente, repercute en el trabajo que vamos a desarrollar posteriormente. Pero no es esto lo único, queda la cuestión más importante; nadie sabe el por qué, pero es así (como la física cuántica), cada vez somos más acomodados, y cada vez tenemos menos.

Este doble filo, igual de cortante por los dos lados para cualquier sociedad, o grupúsculo de gente, es obvio, cada vez queremos trabajar menos, estudiar menos, dedicar menos en algo nuestro tiempo libre, sin embargo, cada vez aspiramos a más, algo incongruente, luego, una vez que se ve que no llegaremos a ese nivel ni aunque nos dieran una coz, comenzamos a mandar responsabilidades a todos los puntos del resto de la sociedad, sin embargo, seguimos sin querer trabajar, ya que no es grato, tampoco queremos en ámbito de estudios memorizar, porque es cansado, ni razonar, porque exige concentración, ni evaluación continua, porque debemos trabajarlo poco a poco, pero tampoco queremos jugárnoslo todo a una, por el riesgo que conlleva. Señores, niños, hagan sus apuestas...

Así pues, hasta que no haya un cambio en la mentalidad, hasta que no nos demos cuenta que detrás de tus errores no hay nadie más que tu, y que, si estos errores son demasiado grande, o tu demasiado pequeño, te pondrás esconder detrás suyo, pero si no, no podrás, que detrás de tus fallos, la responsabilidad es solamente tuya, hasta que nos pongamos metas que seamos capaces de alcanzar, os sigo recomendando que siempre que tengáis que cruzar por en medio de este barco de rumbo regio, timoneado y capitaneado por las únicas personas que saben lo que quieren en este momento: tener al resto por debajo, id con los ojos tapados, y escuchando lo menos posible, puesto que la única salida del barco es tirarse al mar.

Recuerda: tus errores son mucho más tuyos que tus victorias, ya que estas se esfuman en el tiempo

sábado, 28 de julio de 2007

Caminando

Caminando por un verde bosque la fortuna me fue a cruzar con una señorita, la pregunté su nombre, azar me dijo que se llamaba, ella me preguntó si quería algo especial, me dijo que era un espíritu del bosque, y que ya que había tenido la fortuna de cruzarme con ella, me concedería lo que más deseara, a lo que yo la respondí que lo que más deseaba era la soledad. Sin dejarme acabar, desapareció de mi vista.

Seguí caminando todo el día, hasta que llegó la tarde, intentando encontrar la soledad, más no di con ella, pensé que todo había sido una farsa; una vez la tarde hubo avanzado, comencé a sentir frío, un frío tal que me helaba por dentro, así que me acurruqué debajo de un árbol, intentando mantener el calor, y seguía pensando, ¿dónde estará la maldita soledad?, y, ¿qué hace el bosque tan silencioso que no se oye ni el aullar de los lobos?, ¿es que ni ellos van a venir a verme?

Largo y tendido pensé, cada vez con más frío, hasta que de pronto comprendí, mientras yo le había pedido a la señorita azar la mayo de las dichas, la soledad de dos, una noche fresca y luminosa, en un claro del bosque, sintiendo toda la vida del bosque alrededor nuestra, ella me dio la mayor de las desdichas, la soledad de no estar con quien más quieres, una noche fría y oscura, en la que ni la vida del bosque sale a ver que pasa por los alrededores.

En mi punto máximo de desdicha, apareció la señorita otra vez, se sentó al lado de mi y me dijo. -No te veo bien, y eso que te di lo que más tu querías...
-Eso no es cierto-. Respondí yo. - Yo te pedí la soledad, ¡y tu lo que has hecho es dejarme sólo!.
Ella sonrió con dulzura, metió la mano en la bolsa que llevaba, y me mostró una carta, sin una mueca de dolor ni desprecio dijo. - Lo siento, sacaste una carta muy baja, quizá mañana tengas más suerte.
Y volvió a desaparecer...

Ahí me quedé yo, toda la noche, debajo de un árbol, sintiendo el frío fuera, y sobre todo, dentro de mí, pensando; bueno, en cuanto salga el nuevo día mi suerte cambiará... y después de largo rato luchando contra Morpheo, en el que el mundo onírico y el real se funden, caí en sus garras.

-Vaya, un nuevo y radiante día comienza, tendré que ponerme en marcha rápido.- Dije mirando al Sol, y así continué mi búsqueda...


PD: espero que os haya gustado el enfoque, de todo hay que hablar en este blog ;)

viernes, 27 de julio de 2007

Como perder las cosas sin tocarlas

He aquí un problema que os expongo, digno de los mejores ilusionistas que deslumbraron al mundo hasta el siglo pasado: vine yo de la playa con mis padres en su flamante coche, y la disposición de mis pertenencias era tal que el carnet de conducir, la cartera y las gafas de sol estaban en el habitáculo y la maleta, en el maletero, una vez llegamos a casa, la maleta acabó vacía (y la lavadora cagándose en to lo mío) y los objetos que llamamos "gafas de sol", "carnet de conducir" y "cartera" adoptaron posiciones en el escritorio de mi cuarto que llamaremos x1, x2 y x3, por orden correlativo.

Al cabo de unos días, fui a tomar los objetos "gafas de sol" y "carnet de conducir", los cuales habían sido movidos de su posición de reposo a una estantería, ya que dicha estantería está unos 50 cm más alta que el escritorio, y dado el pequeño tamaño de los objetos x1 y x2, la hipótesis de que dichos objetos ascendieran por si mismos o por la acción del viento queda excluida, ya que la energía para llevar a cabo dicho fenómeno sería desproporcionada, al no haber un huracán nivel 4 por los alrededores, el caso es que los objetos se movieron una distancia "n", obteniendo las nuevas posiciones como x1+n y x2+n

Sin embargo, el objeto x3, también llamado con la etiqueta "cartera", transcurridos 4 días desde la llegada de la costa, apareció, ¡oh fortuna!, ¡oh, dolor!, nuevamente en el flamante automóvil del que disponen mis padres, en un sitio distinto al que había estado en el trayecto del viaje; teniendo en cuenta que no ha habido fenómenos naturales considerables (es que ni se menea el aire un poco), responder razonadamente:
El objeto se desplazó hasta el automóvil, que está a unos 20 m. del punto x3 en el escritorio por:

a) El objeto llamado "cartera" tiene sentimientos y patitas y se fue sólo al automóvil en un arranque de pasión

b) Era el automóvil quien quería el objeto "cartera", para ello usó su pode telequinético para devolverlo con papi, dejando la batería pelá de energía

c) Las hormigas en su afán por recolectar objetos oscuros y nutritivos lo llevaron a su hormiguero, pero se dieron cuenta que sabía rancio y lo depositaron en el automóvil

d) El alegre duendecillo, gustoso de esconder objetos, hizo una de las suyas

e) Mi madre, en un intento de colocar todo, comenzó a mover el objeto día a día por la habitación, pasando por las posiciones intermedias x3+n, x3+n+m, x3+n+m+l... y así sucesivamente hasta que fue a parar al automóvil.

Nuevas opciones serán tomadas muy en cuenta para explicar dicho fenómeno

PD: Otros hitos de la física: mi cuaderno de qwan ki do el verano pasado apareció dentro del cuaderno de especificaciones del coche de un amigo de mi hermano (menos mal que el coche lo dieron en el plan prever), mis matrículas, año a año, suelen aparecer dentro de los paquetes de folios de distintos colores, o en su defecto en la bolsa de drivers del ordenador

jueves, 26 de julio de 2007

Dicen que soy un soñador, no creo que eso sea cierto, más bien me considero una persona con los pies anclados en el suelo, si bien no paro de mirar alrededor mía, arriba y, por supuesto, abajo; de esta forma, mientras la gente va caminando por la calle fijándose en la gente que viene y va, yo, sin quererlo fijo mi mirada en objetos, la mayor parte de las veces, inanimados, me doy cuenta de cosas que el resto del mundo ignora, un buzón de correos corroído por el salitre, una piedra en una fachada de diferente color, un insecto luchando por sobrevivir contra la corriente cuando se abren las puertas mecánicas...

Mi felicidad consiste en cosas pequeñas, no tengo grandes planes para el futuro, ni grandes metas, eso lo dejo para más adelante, por ahora mi felicidad consiste en darme cuenta de cosas, acciones, gestos que pasan inadvertidos para la mayoría, se podría decir que soy un enamorado de las situaciones aleatorias, esas pequeñas cosas que se cruzan en tu camino.

El caso es sencillo, no se deber tener grandes metas en la vida si no te das cuenta de lo pequeño, ya que, dentro de cualquier suceso grande, está plagado de pequeños sucesos que son los que condicionan el trayecto del "gran plan", una vez aprendas a fijarte en todos esos pequeños detalles, podrás afrontar el "gran problema", podrás fijarte en las cosas grandes, además de en las pequeñas, como ya dijo Lao Tsé, un árbol tan grande que no puede abrazar un hombre nace de un pequeño brote, un viaje de mil leguas comienza con un único paso, y, lo que es más importante, si quieres algún día elevarte, antes tendrás que mirar en lo más profundo de ti, en las zonas más oscuras, aunque probablemente te horrorice.

Encuentra la felicidad y la armonía en las cosas pequeñas, maravíllate con ellas, ya habrá tiempo de grandes metas.

Mientras la mayoría sueña con volar, yo sueño con las profundidades, lo mismo por eso me llaman soñador...

martes, 24 de julio de 2007

Retomando la senda del Vo Shin

Después del final de las clases, con más tiempo libre, a pesar del trabajo (pero pesar, pesar...), de nuevo hay tiempo para retomar las enseñanzas de lo que normalmente el horario de tarde no me deja disfrutar, deseando estoy que llegue Marzo para acabar con la tortura, y espero que no se alargue más en el tiempo, hoy, después de 3 meses, vuelvo a entrenar.
Aún sabiendo que en periodo estival es imposible quedar con algún compañero, me toca entrenar sólo la mayor parte de los días, algo que es tan malo como bueno, malo, porque no hay nadie que te espolee, porque da más pereza, porque no se pueden hacer técnicas de pareja, y bueno porque necesitas una mayor concentración para no sucumbir, y eres más consciente de tus propios límites, tus debilidades, pero no tanto de tus virtudes, lo único que no cambia es la ilusión de casi un "volver a empezar", pero con cierta parte del camino andado, aunque sea poca, ya os iré contando mis "proezas"

Los 10 principios fundamentales del Qwan Ki Do:

1. Alcanzar el alto nivel técnico del Qwan Ki Do cultivando el espíritu de esfuerzo, la perseverancia, la confianza en sí mismo y el respeto al prójimo, conforme al espíritu ancestral del arte marcial.

2. Cultivar el cuerpo y el espíritu para sí y para el prójimo.

3. Practicar las virtudes morales que fundamentan el Qwan Ki Do: rectitud de alma, probidad, simplicidad, modestia y tolerancia

4. Desarrollar el Qwan Ki Do según las nobles tradiciones milenarias trasmitidas por los Maestros

5. Cultivar el respeto hacia los altos grados, los profesores, los dirigentes y el espíritu fraternal entre los miembros, permanecer unidos

6. Considerar la práctica de los combates marciales y los asaltos libres como un medio de progresar y no como un fin en sí

7. Hacer uso del arte marcial sólo en caso de legítima defensa

8. Aplicar rigurosamente el reglamento de la Federación.

9. Ser asiduo al curso

10. Respetar todos los estilos de otras escuela

lunes, 23 de julio de 2007

¡Ya volví!

¡¡Saludos muchachada!!, nada, se acabó lo bueno, hoy vuelvo al trabajo, a ver si tengo suerte y me pilla lo del síndrome postvacacional ese y tengo otro par de días, eso sí, es un reto haber sobrevivido a la playa, sin quemarme en 15 días (nuevo récord mundial), aunque no ha sido fácil, ya que el ataque de los incesantes peces-bicho casi me dobla en más de una ocasión, y, además, ¿quien dijo que el Mediterráneo no tenía olas?, o estaba ciego o no tenía tacto en la piel, porque vaya tela, raro era el día que no había olas de esas que te tiran de espaldas...

En fin, se acabó lo bueno, luego empieza lo malo, a ver si luego me animo y escribo alguna tontá de estos 15 días

domingo, 8 de julio de 2007

Agua salada, ¡allá voy!


¡¡¡CERRADO POR VACACIONES!!!


Ale pequeños, voy a tirarme 15 días poniéndome colorao en la playa día sí, y día no, total, me pondré rojo 7.5 veces aproximadamente, así que no me echéis mucho de menos, y cuando vuelva, seguiré poniendo más chorradas y tonterías varias, tan sólo deciros que la pichurrina os acompañe, y que las esperas con pan son menos, o algo así...

No se puede mostrar la imagen “http://img139.imageshack.us/img139/2622/chinabeachww0.jpg” porque contiene errores.


A ver si hay suerte y no está así.....

Florentino Fernandez a lo yankee y frikerías varias

Saludos muchachada, con la colaboración del gran Josemari, Cheman a partir de las 11:45 de la noche, os dejo el link al youtube de un menda que hace el Bohemian Rhapsody con 25 voces, pa fliparlo, y por otro lao, una frikada, para que se os pasen rápido los 15 días...






sábado, 7 de julio de 2007

Oda al joven nacional

Tomado del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

aparentar: (De aparente) .1. tr. Manifestar o dar a entender lo que no es o no hay.

Como veis, me he tomado la molestia de escribir sobre la especie más deleznable que tenemos dentro de nuestras fronteras, debe ser que hoy estoy demasiado aburrido como para escribir de cosas serias.


Esto va para ti, joven nacional, niños de una edad comprendida entre 16 y 30 años, que pueden alcanzar la cifra de 35 años en caso excepcionales, entre los que se da una característica peculiar, aparentar (para dudas ver la definición arriba).


Las características de dichos especímenes suelen ser, una mezcla contradictoria de extremos, es decir, cuanto menos tienen, más intentan aparentar que están por encima del resto, normalmente, son semi-humanoides que dejaron la ESO a medias, su ocupación está en la tienda de algún familiar, o detrás de alguna caja de alguna gran superficie o similares, en el caso que hagan algo, y no esperen con el cazo el viernes, para que sus padres les den algo de pasta para irse a la macrodiscoteca de moda.

En cuestión de vestimenta, el truco es sencillo, hay que meterse en 2 tallas menos que la suya, para que se vean lo que ellos llaman musculatura, y parezca que están más fuertes de lo que están (si os acordáis, lo de aparentar), deben haberse hipotecado, o haber pagado papi, para, depende de su poder adquisitivo tener un vehículo motorizado (aquí las opción van del Seat León hasta una vespino a la que previamente se la ha extraído el tubo de escape) y sobre todo, parecer que, por supuesto, tienen uno o dos ceros más en la cuenta del banco, o en la de su padre, que la que de verdad tienen (de aparentar).

Por supuesto, el look debe ser agresivo, cuanto más mejor, para esto prevalecen las caras estudiadas en el espejo y los cortes de pelo con los lados afeitados.

Con todo esto tendremos una mezcla explosiva, como veis, hasta el momento en que le oigamos hablar... este punto aún no lo tengo muy cogido, debe ser que hablan un idioma propio que aún no he logrado desencriptar.

En definitiva, con todo este cóctel tendremos algo parecido a un pijo malote, con la diferencia de que este personaje no tiene ni un pavo, otra vez aparentando, así pues, si los pijos son una plaga a extinguir, estos quiero y no puedo, que se cuentan por hordas, tan sólo nos queda el consuelo que cuando crezcan, se queden muy, muy abajo, entre ácidos y pastillas, consumiéndose lentamente

Está claro que por cada 10, hay diez 1.

miércoles, 4 de julio de 2007

No me cuentes cuentos

Érase una vez una tierra verde y próspera, en cuyo centro había una palmera que su altura competía con la del cielo, y los animales quisieron trepar hacia arriba a ver que había en lo alto... poco a poco los animales fueron cambiando hasta convertirse en diestros monos trepadores.

Todos los diestros monos trepadores intentaban en algún momento subir a lo alto de la palmera, pero nada se sabía de ellos cuando lo hacían, simplemente, desaparecían de la vista de los otros y, de cuando en cuando, se oía un gran golpe sordo contra el suelo: uno de los monos había caído...

Poco a poco se fue forjando una leyenda, la palmera tenía frutos dorados, los más dulces jamás probados, y, cuanto más arriba subieras, más dulces y más dorados serían...

Esto fue causando mella entre la población de monos trepadores, y cada vez se apuntaban más a la aventura de escalarla...

Al principio todos intentaban subirla por sus propios medios, pero, una vez alcanzada una altura considerable, causa del agotamiento interior que tenían, en vez de intentar subir por sus propios medios, lo hacían intentando tirar o retrasar al resto.

Las batallas en la altura de la palmera, que aún no se veía su fin, eran feroces, y cada vez lo eran más, hasta que un día, dos monos se aliaron para intentar, ayudándose mutuamente, llegar más lejos, enseguida se formaron más y más alianzas, que luchaban entre sí, y poco a poco, los escasos que no caían al suelo, iban avanzando muy poco a poco, y muy costosamente, las alianzas se rompían y las traiciones estaban a la orden del día.

Hasta que un día, sin saber muy bien por qué, comenzaron a llover cocos, que golpeaban contra los cuerpos de los monos, y entre esto y los empujones, tirones y dentelladas que se propinaban, muchos otros iban cayendo, cada vez eran menos, pero los de abajo les empujaban fuerte, cada vez tenían más por debajo de sí, lo que les daba esperanzas, pero cada vez estaban más agotados por las luchas intestinas, y pensaban, quizá los que nos tiran los cocos son los sagrados monos de la cumbre, hay que seguir, y ¡¡SEGUIR SÓLO!!, la furia les cegaba, y seguían cayendo, pero no se veía el final de la palmera.

Mientras tanto en tierra firme, tan verde y voluptuosa como siempre, su belleza tan sólo era empañada por el golpe sordo de los cuerpos caer contra el suelo, cada vez más fuertes, señal que cada vez se caían de más arriba, y los pocos que quedaban con los pies en la tierra pensaban, ¿si aquí tenemos todo lo que queremos, para que suben, y más, si el precio es la muerte y no consiguen nada trepando algo que no tiene un fin?... ¿y qué estará pasando para que cada vez caigan más, y no regrese ninguno?

Llegados a un punto, el punto de los elegidos, el punto más alto donde un mono podía trepar, cada vez con una lluvia de cocos más incesante, con más gente debajo suya, que quería su puesto, y con menos alrededor, agotados, frustrados, iban cayendo, y su puesto lo ocupaba otro mono algo menos agotado, que tardaba poco en caer, pero este a su vez era repuesto por otro, y no era difícil, pues cada vez lo intentaban más desde abajo, pues allí se pensaba, si tantos de los nuestros están muriendo, ¡es porque merece la pena!, pero en realidad, estaban dando su vida por nada, ya que, nunca se vería ni siquiera el final de la palmera, ni los monos sagrados que estaban en la copa, tan sólo muerte.

Y amiguitos míos, este es el punto en el que estamos en este momento en nuestra sociedad, hasta aquí hemos llegado, a ver si nos da por bajarnos de la palmera y vivir en el vergel del edén, cálido, verde y voluptuoso en vez de darnos dentelladas sin parar, para conseguir, un poco de nada.

lunes, 2 de julio de 2007

Un domingo cualquiera

Fecha: domingo, 1 de julio de 2007

Hora: 13.00 horas

Posición: Casa okupada de la novia

Misión: Llegar a trabajar antes de las 14.00 horas
Especificaciones: en esta misión no deberá haber bajas humanas, o, en su defecto, especímenes que se acerquen al género homo sapiens sapiens.

Miscelánea: con el agravante de haber trabajado el sábado 8 horas en turno partido, habiendo dormido 5 horas, previo paso por el Negone para terminar de destrozarnos, y sabiendo que me esperan otras 8 horas de autorrealizador trabajo.

Informe: Salida de la base a las 13.00 horas, me dirijo por la concurrida vía de circunvalación M-40, y observo incrédulo como los especímenes humanoides conducen sus vehículos de batalla, ahora comprendo las condiciones de la misión, no paro de pensar, ¿por qué si hay 3 carriles, y a veces 4, sólo usan los 2 de más a la izquierda?, con el consecuente contratiempo que supone, ya que de cuando en cuando, alcanzas a algún otro soldado que sabe conducir, pero no tiene prisa, y va a una velocidad pollito de batalla, pero por la derecha, como se debe, y aquí viene el problema, ya que estos especímenes que se acercan al homo sapiens sapiens, tiene la manía de ir 1 km/h más rápido que el vehículo que tienen a su derecha, y 1 km/h más lento que el vehículo que tienen a su izquierda, con lo que se forma un tapón místico insoluble incluso en las disoluciones más polares, y ahí te encuentras tu, detrás del embudo, y te vuelves a preguntar, ¿que hago?, ¿les tiro un rollo de papel del culo?, ¿uso la bocina?, ¿hago aspavientos?, y es que, con una ak-47 bajo el brazo todo sería mucho más sencillo...

La situación se repite por toda la vía, hasta que veo, A-6 a 1000 metros, y pienso, ¡¡por fin, mi salvación!!... Ni mucho menos, es entrar en la A-6 y los margaritos, domingueros y farruquitos no hacen más que reproducirse; y eso que esta vez la vía está dotada de 4 carriles bien hermosos... vuelvo a pensar en la ak-47, invoco a Odín, pido ayuda a Michelín, a Mofli y hasta el monstruo de las galletas, por fin consigo adelantar a los que esta vez estaban realizando el tapón místico... hasta que me topo con otro a los 5 minutos...

No hago más que mirar el reloj del coche, oigo como van pasando y pasando las canciones... pero aún queda la prueba más dura... ¡APARCAR!

Para esto nos han entrenado durante años, aparcar en un centro comercial, me dirijo hacia donde hay menos coches, esto es, a la entrada... veo vehicullus dominguerus ocupando 2, y hasta 3 plazas (normal que a poca "gente" que venga, esto se colapse), por una vez me sonríe la suerte, ¡he visto un sitio donde aparcar a la primera!, menos mal, misión cumplida...

Menos coches y más bicicletas, que para ir a esa velocidad, da lo mismo...