Publicidad

viernes, 17 de agosto de 2007

Otra jornada

Aquí sigo en mi montaña umbría, pero ya noto algo de calor en esta oscuridad permanente, mis ojos se han acostumbrado a la oscuridad, he aprendido a ver de nuevo, en estas nuevas condiciones, he aprendido a oír de nuevo, y, ¡ya escucho música en esta montaña maldita!, en fin, he agudizado mis sentidos, veo a los pajarillos gorjeando en la mañana, las pendientes parecen menos escarpadas, se podría decir que he aprendido a moverme en esta oscuridad eterna, y, ¡no es tan malo como creía!; dentro de poco me tendré que buscar un monte más escarpado, una oscuridad más espesa, si bien, los demás habitantes de este risco me han aconsejado que no lo haga, que he tenido suerte de llegar allí en verano, pero el invierno es bastante duro... ¡es que no saben lo que me gusta el frío!

Ya he coronado la cima varias veces, y he sentido su viento helado y los fantasmas que allí habitan ya me saludan amablemente, son unos grandes tipos, y varias veces he vuelto a bajar, pero algo me impulsa siempre hacia arriba, hacia la soledad de estar con mis propios fantasmas, conocerlos para conocerme mejor a mi, y es que tengo mucho que aprender, y mucho que recordar, es hora de que vuelva a aprender todo lo que he olvidado, es hora de que vuelva a ser todo lo que había sido; es hora de que un nuevo yo salga a la luz, y para eso no hay mejor ayuda que los fantasmas propios, la oscuridad, y el frío; tan sólo eso puede dar algo cristalino, ya que es la esencia que se busca sin cesar en esta montaña, tanta oscuridad, llama a la luz como un perro en celo, y la luz se deja querer; a veces baja a visitarnos, pero; esta luz que nos baña está hecha para los ojos que ven algo más, si no es así, no verás más que una negrura espesa, tanto que te inundaría las entrañas.

En fin, hasta una montaña umbría y elevada puede ser un gran lugar para formar la residencia, puede ser hasta cierto punto cálida, además, se agradecen mucho más las visitas que logran llegar hasta aquí, porque, si es que llegan a encontrarte, o es por que la señorita Azar les ha iluminado, o bien porque sus ojos también ven más allá de la espesa negrura, algo que es muy digno de tener en cuenta, y muy de agradecer.

Ahora os dejo, voy a iniciar la escalada, otra vez, voy a subir a ver a mis fantasmas, que en estos días los he tenido un poco abandonados, espero que sea una bonita velada; espero aprender más cosas sobre mí que desconocía hasta ese momento, pero no os apenéis, a la noche bajaré, no soy tan mal invitado como para incomodar a los anfitriones, además, aún mi cuerpo no se ha acostumbrado a la noche en los riscos más elevados, antes tendré que hacer más ejercicio de escalada...

2 Deja tu comentario, no cobro ;):

Mae dijo...

Me parece que te exiges demasiado... Aunque cada uno conoce sus posibilidades y crea sus metas.
yo sinceramente creo que no hay nada mas agradable que empezar a ver en la oscuridad. Da sensación de tranquilidad...
ánimo y decidas lo que decidas aquí estoy para que te apoyes en mi mano.. Un beso.

Sr.DelGaS dijo...

Tiene razón, no hay nada más agradable que la sensación de que tus ojos comienzan a ver en la oscuridad, la mano ponla cerca, que ya la usaré :P muchas gracias reina ;)
Otro beso para ti