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miércoles, 31 de octubre de 2007

Mi mundo

Quizá voy a ser muy duro hoy, pero debo serlo, duro como el acero mi maza va a impactar contra el yunque, pobre de quien se encuentre debajo, pues van a salir chispas multicolores y se van a ver muescas por todas partes, hoy pienso golpear con fuerza, me siento con la obligación de hacerlo, y sobre todo, con las ganas:

Mi mundo está creado por un número limitado de personas, unas 50 a lo sumo, y ya estoy haciendo el cálculo por encima, y esas personas son las que me importan, las que admiro y las que quiero, fuera de ahí, tan sólo hay caras huecas con una expresión de indiferencia, e incluso algunas sin expresión ninguna, como lienzos vacíos desfilando por delante de El Bosco, para interpretar ahí su cruda realidad a pinceladas endemoniadas, mi atención es limitada, por eso mi mundo comprende tan pocos individuos que puedo calificar como personas, que puedo demostrar con pruebas que son personas: para que tengan la atención que se merecen cada uno de ellos, el resto, los demasiados, son simplemente eso, demasiados, hordas, dotes y dotes de bípedos de lienzo vacío, gente sin más.

Por supuesto este mundo, como cualquier otro, no es invariable, las caras de mis personas van cambiando, algunas se van borrando, otras van adquiriendo carácter, otras simplemente desaparecen arrastradas por las hordas bípedas, su personalidad se ve disuelta en el mar de los gregarios, ¡todos iguales!, gritan, no puedo más que alejarme de ellos sigilosamente, y llegar hacia algún sitio donde ellos no puedan estar, ¡ay, mi montaña querida!, ¡mi refugio de sol gélido, de vientos cortantes y de aguas claras y cristalinas!, si bien, otras caras se van acercando a mi, van dibujándose en sus rostros caras armoniosas, o caras espeluznantes que van variando según el viento, algunas llegan para quedarse, otras pasan de largo.

Me he tomado la molestia de expresar un mensaje para aquellos que no tienen oídos para oír mis palabras, quizá alguno se quede sordo durante un tiempo después de oírlo, en fin, allá va: no soy yo (ni es nadie) quien tiene que solucionar más que los problemas que le atañen a uno mismo, no soy yo (ni es nadie) el que me tengo que preocupar por ti y por tus prontos, no soy yo (ni es nadie) a quien le importa como estés, o como no estés, es más, cuanto más pequeño seas, pareceré más grande cuando tenga que ponerme a tu lado, la relatividad mata, amigo, la relatividad... ¡mata!, ya sé quien dijo que las comparaciones son odiosas, ¡el que quedó por debajo!. Yo simplemente camino tranquilo, mi lago es un remanso de paz, su agua está fría, claro, pero no son muchos los que puedan mirar y ver su fondo, ver la arena negra que le da forma debajo de tanta agua, no son muchos los que puedan ni siquiera mirar y llegar a vislumbrar los peces que viven por ahí en las profundidades, para hacerse una idea de como será el fondo.

Por supuesto, mi morada está abierta a cualquier viajero que haya podido llegar hasta ella, la hospitalidad es lo primero en mi casa, algunos han llegado así y se han quedado en mi mundo hasta ahora, otros, sin embargo, venían de paso para continuar sus viajes hacia tierras lejanas, incluso ha habido los que han podido llegar para cotillear lo que hacía y lo que no, incluso a esos no puedo negarles mi hospitalidad.

1 Deja tu comentario, no cobro ;):

Mae dijo...

Espero sinceramente no ser una de esas caras huecas a las que te refieres, aunque tampoco pretendo que me consideres tu mejor amiga :P
un besote grande...
Me voy de vacas.. ya volveré-