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jueves, 30 de agosto de 2007

Maravillas en los centros comerciales

Lo prometido es deuda, y tampoco quiero tener al cobrador del frac por ahí rondando, aunque por otro lado, siempre he querido tener escolta...

¡Ay!, ¡qué sería de nuestras vidas sin los centros comerciales!, ¡qué sería de las tardes muertas, los fines de semana muertos, los días muertos!, no sé, lo mismo revivirían, dirán algunos; pero, no, un centro comercial es mucho más que eso, vamos a ahondar algo en el tema, cuan informe de laboratorio que se precie:

- Descripción:
Un centro comercial es un marmotreco de algún material pétreo y/o cerámico de tal forma que constituya una estructura estable, si bien su diseño debe ser lo más sencillo por fuera (un cubo feo de grande cumple con dicha descripción), o bien, si el terreno no es muy favorable, o hay poco espacio, se pueden hacer todas las esquinas posibles, a modo de fractal, para aprovechar el terreno, es decir TODO el terreno, una vez elegido el cuadrado que va a dar forma a dicho marmotreco, tan sólo hay que elevar el edificio a la misma altura por arriba que por abajo, si bien los sótanos estarán destinados a los vehículos (no sé por qué, ya que, estos centros no usan la luz natural, pero bueno, será cuestión de estética)

- Funciones:
Aquí tenemos varios subapartados, entre los que destacan:

1. Provocar entre 5 y 20 km de atasco en la autopista cercana (sí, todos están al lado de la autopista), esta es su función principal, si bien tiene otras sub-funciones

2. Emputecer a quien se atreve a embarcarse en la odisea de intentar llegar a una hora normal y aparcar en las 75 plantas de aparcamiento que poseen, eso sí, requisito indispensable, no matar a nadie para conseguir dicha plaza, si no luego vienen unos mendas vestidos de negro con gorra y te dicen que has hecho algo malo, te ponen las esposas y te llevan a la cárcel (yo creía que las multas por aparcar mal tampoco eran para tanto...)

3. Concentrar a la gente en los pasillos, o en las tiendas de las que dispone en el interior, mirando, más no adquiriendo nada (que digo yo, después de todo esto, la gente va allí a pasar el día, es como tener una excursión al infierno con los gastos pagados...)

Ensayo práctico:

Llegando al objeto de la misión, comienzo a observar a especímenes medio humanoides, que acompañarán durante toda la misión, podríamos llamarles para abreviar llamándoles humanos-ovejas, debido a su comportamiento, mirando hacia arriba con cara de enteleríos y llevando un movimiento totalmente aleatorio y caótico (nunca vi que las leyes de los gases se cumplieran tan bien...), chocando entre sí y produciendo fricciones que luego se traducirán en calor y en un aumento de la presión total del recinto, aumentando la temperatura.
La temperatura del local es la temperatura típica para los cultivos bacterianos, unos 31 grados, es la temperatura justa en la que el género homo sapiens sapiens (homo de hombre, sapiens... se continúa investigando lo que significa) le empieza a entrar la caraja y se nos reblandece la corteza craneal, se convierten en seres (aún) más manipulables y desplumables.
También es menester que haya puestos de cosas inútiles en el interior del recinto, cuanto más absurdas mejor, que actuarán con embudo, provocando un efecto Venturi, en el que la gente chocará más, y habrá más rozamiento, aumentando un poco más la temperatura.
Además, es imprescindible, en todo centro comercial que se precie, tener un par de vigilantes de seguridad que se paseen con aires de peligrosos, marcando sus pérfidas barrigas (que mira que os tengo dicho que la mochila se lleva en la espalda, no en el ombligo), vigilando que todas las ovejas vayan por sus caminos predefinidos.

En fin, no recuerdo nada más, creo que salí corriendo de allí en cuanto noté que mi cerebro se reblandecía, esquivé el puesto de cuadros del pato Donald, las señoras de la limpieza (sí, hasta que no vea un señor de la limpieza no me creeré que no sea la profesión más ligada al género que hay) intentaron hacerme una barricada, menos mal que doy las zancadas grandes, hice un quiebro y desaparecí por una puerta lateral.... buf.... menos mal, ya pasó todo... ¡qué sofoco!

Ahora quedaba lo mejor... ¡¡¡¿¿¿Dónde huevos he aparcado el coche???!!!; pero esta es otra historia, sé que el informe no quedó completo, pero... es lo más cercano que he estado de ser oveja en mi vida... el susto no me lo quita nadie...

No creo que vuelva a hacer algo tan de riesgo como esto :P

7 Deja tu comentario, no cobro ;):

Anónimo dijo...

Jajajajaa....

Me ha encantado esa descripción de los centros comerciales, es la caña.

Ten cuidado con esas visitas, que puede ser como cube y un día te despiertes metido en un centro comercial del que no puedas salir...
Para los capitalistas de hecho, el mundo es un centro comercial.
Diox... ¿donde está la puerta de salida?

Sara

Sr.DelGaS dijo...

Otia, ya has hecho que me entren todas las cagarrinas, despertar en un centro comercial del que no se pueda salir :S

Yo es que creo que no tienen salida, sólo entradas... tienes que estar al loro y cuando se abra la puerta para que alguien entre, ¡colarte!

Anónimo dijo...

Juas! que grande!

Yo si he visto ya varios seres humanos del género masculino vestidos con el uniforme del equipo de limpieza. Así que tate al loro!

Aun así, siguen siendo minoría absoluta xD

Salu2!

Sr.DelGaS dijo...

Otia, me los vas a tener que presentar

Mae dijo...

Odio los centros comerciales. odio el ruido que hay en ellos. No me gusta nada de nada ir de compras. Soo me gusta ir a ellos porque tienen multicines y uno de los de aquí un restaurante que me gusta mucho, pero por lo demás... Los odio. Besos.(sin odio)

Anónimo dijo...

Los centros comerciales existen porque alguien los inventó y porque alguien los visita.

Pero además dan de comer a la gente, o se comen a la gente durante tardes enteras...

Te informo: he visto otros dos limpiadores con escobas gigantes.

Sara

Sr.DelGaS dijo...

Vaya, a ver si los limpiadores van a ser legión ahora :P tendré que fijarme más.

Mae, a mi tampoco me gusta nada el eco que se produce dentro de los centros comerciales, me quema muchísimo la cabeza...