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jueves, 16 de agosto de 2007

Divagando

No sé quien dijo que dos mitades son una única cosa completa, pero, evidentemente, no se paró mucho a pensarlo, se dejó llevar por una lógica a la par aplastante e inocente.

No sé quien dijo que basta dos personas para mantener un diálogo, un diálogo es mucho más que el sumatorio de dos monólogos, pero esta persona tampoco se lo pensó demasiado, ¿estaría demasiado preocupado en lo que estaba diciendo, tanto que ni siquiera mirara si el resto le estaba escuchando?; no será otro más preso de la fábula del cazador cazado por su propio arma, y es que, armas como el escribir aún no se ha inventado otra, ¡tantas veces se disparan contra el que las empuña!.

Tampoco sé quien dijo que después de la noche viene el día, si bien es cierto que sin uno no existiría el otro, y, ¿qué hay de ese periodo intermedio?, sin duda, lo más hermoso de la jornada, el punto en el que el Sol ha desaparecido, y la Luna aún no ha comenzado a cabalgar, claro y oscuro a la vez. Aquí vemos también, como dos mitades no son un todo, hace falta algo más, simplemente con el día y la noche no tendríamos una jornada completa, faltaría algo...

¿Quién dijo que la música era pura inspiración?, ¿y quién dijo que eran matemáticas?; es tan cierto que los dos tienen razón, como que ninguno la tiene, y pregunto yo ¿y dónde está la armonía?, ¿y el tono?, ¿y el ritmo?, hay tantas cosas más que damos por supuestas...

¿Cuántos hemos dado por supuesto algo, que luego, se ha vuelto contra nosotros?, pequeños, no supongáis, comprobad, sacad vuestro martillo y hacerlo chocar contra vuestra suposición, si suena a hueco, tendréis localizado vuestro error, si suena macizo, ¡por lo menos podréis agarraros a él cuando sople el viento!.

Sed martillo, sed yunques, tan sólo así tendremos los dos puntos de vista, y ved que pasa con los objetos que probáis su resistencia; y, por supuesto, no sintáis tristeza por si algo que creíais valioso se desmorona al primer martillazo, estad felices por comprobar que algo que creíais débil, resiste estoicamente y os mira con unos ojos llenos de ternura.

No os engaño, el trabajo del forjador es duro, hay que resistir altas temperaturas y atmósferas sofocantes, pero merece la pena, ya que de cuando en cuando te das con algo que es más duro que tus propias herramientas, y hay que usar el ingenio si queremos ver la verdadera calidad de dicho ideal, y, por último, y sobre todas las cosas, por mucho que os llame la atención, y os parezca bello el exterior del ideal a probar, recordad que lo importante es lo que tenga dentro, y el aire no es demasiado valioso en estos casos...

No os desesperéis si notáis que la mayoría de los ideales prefabricados son huecos como un junco, por lo menos os valdrán para guardar cosas dentro y ocultarlas de miradas indiscretas.

6 Deja tu comentario, no cobro ;):

Mae dijo...

Me gusta tu mirada positiva ante todo lo que expones... te no to bien.
Tienes razón en lo de que la mejor parte del día es en la que el sol se está ocultando y la luna se ve clara allá en el horizonte comenzando su escalada hasta lo mas alto.. ayyyy aunque otro momento único es cuando ya a oscurecido y se la ve en todo su explendor reflejandose en el mar... Eso es una maravilla el poderlo contemplar..
por cierto.. ¿que fue antes el huevo o la gallina? Ya puesto a hacer preguntas sin respuestas..;)
Un besote.

Sr.DelGaS dijo...

Como se nota que en Madrid no hay playa para ver la luna reflejada en el mar...

Yo creo que antes fue la gallina, pero vamos, es intuición na más

Anónimo dijo...

Pos yo apuesto por el huevo, pero sólo porque hay más animales que los ponen xD... nah mas ;)

Salu2!

Sr.DelGaS dijo...

Ahí te doy la razón, hay más animales que pongan huevos (humanos incluídos) que animales que pongan gallinas :P

Anónimo dijo...

Ves!

He encontrado la solución al dilema xDD

Salu2!

Sr.DelGaS dijo...

Si es que haríamos sin ti rey :D