Publicidad

miércoles, 5 de septiembre de 2007

De vuelta

Aquí estoy, de vuelta, en estos días he tenido de todo, vientos, lluvias, tempestades y hasta olas de calor... es acojonante lo que se puede hacer en 3 o 4 días bien aprovechados, pero ya estoy recuperado y con ganas de más, por lo menos hoy me he levantado con ganas de escribir, menos da una piedra, siempre que la piedra sea pequeña, claro está.

Y es que cuatro días son muchos días, dan para mucho, o para muy poco, depende del planteamiento que se tenga, pero he terminado agotado, cuatro días llevo cargándome los odres que encuentro en mi camino, peleando con gigantes y bajando a todas las profundidades que he encontrado en mi camino, en fin, cuatro días de ardor guerrero que ahora se merecen un respiro, una reflexión, un sabio dijo que si golpeas constantemente con tu espada, podrás mantener su filo por poco tiempo, ahora toca dedicarse por completo a esta espada, que por estos días tan bien me ha servido, curar sus heridas y repararla completamente, tratarla como se merece, vaya.

Ahora toca un tiempo de escudriñar que hay detrás de esta densa niebla, luchar contra ella pacíficamente, comprobar si es más densa mi mirada, o esta dichosa niebla que lo cubre todo, pero, igual que ya me he acostumbrado a la oscuridad, supongo que me acostumbraré a la niebla... no quiero ni pensar cuando vuelva a salir el sol la sensación que voy a tener, aunque llevaré siempre encima protección solar, por si acaso; aún así, tengo la sensación de que este cuerpo se adapta muy bien a la escasez de luz y de recursos; y no tanto a la exuberancia y el derroche de la naturaleza luminosa.

Toca unas duras jornadas de descanso y de pensar, creo que se me va a hacer aún más agotadoras que luchar con fantasmas, luchar con uno mismo es mucho más pesado, mucho más grave, pero es en las situaciones así donde los hombres graves demuestran su ligereza, y creo que me estoy superando por momentos, me estoy forjando como se forja un arma, a base martillo y yunque, y es que me he convertido en martillo, yunque y además, en la porción de acero que hay en medio de ambos... ¡esperemos que la forja salga con pocos defectos!

El proceso de forja es largo, duro y tedioso, una metamorfosis en toda regla, más si es una metamorfosis para volver a ser tu mismo, todo vale la pena; además todo lo que merece la pena de consigue a base de trabajo, así pues, me pondré la ropa de trabajo, me convertiré en yunque, en martillo y en acero, y contemplaré exaltado mi creación; me espera un largo proceso... ¡¡pero tengo tanto tiempo!!

0 Deja tu comentario, no cobro ;):