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martes, 11 de septiembre de 2007

Hoy por ayer

Parece mentira que diga esto, pero el lunes se está convirtiendo en mi día favorito de la semana, no sé si será porque se agolpa en mi cabeza el recuerdo del frenético fin de semana, y lo puedo ver de una forma más tranquila y más cercana, o bien porque la semana vuelve a tomar su ritmo tranquilo y pausado, sin prisas, que acabamos de empezar, o si será por la melancolía de haber estado con quienes quería estar, ya que, ya sabéis que no hay peor soledad de no estar con quien tu más quieres ver.

Y ahí me planto yo, hoy (por ayer), lunes, cansado, ojeroso, con el cuerpo dolorido y la mente pensando en otras cosas, la mezcla entre el cansancio y las endorfinas residuales presentes me convierten en un ser enigmático, aunque más bien es que estoy en la Séptima Parra, como aquel que dice, en una nube viendo todo desde tan arriba, que cualquier obstáculo parece una nimiedad sin sentido, contemplando los paisajes y los distintos tonos de verdes y amarillos, sin distinguir siquiera cualquier otra forma de vida. Sí, toma trabajar, pero bueno, ¿y qué?, no es nada extraordinario (salvo que estés en paro), además dicen que el trabajo dignifica, aunque yo prefiero ir, hacer lo mío, y volver sin más, como quien no ha hecho absolutamente nada, como un fantasma, por un lado encadenado, y por el otro totalmente libre de las ataduras del espacio y el tiempo, condenado y liberado a la vez, y, en cuanto salgo de la tediosa tarea, nada más tengo que quitarme la sábana para volver a ser yo, el de la nube, y volver a casa con una sonrisa etrusca en mi boca, y el vacío en mis ojos, para quien no pueda ver las cosas que no se ven con los ojos, claro está, en realidad mi mente está tan llena de sensaciones que no caben todas en mis ojos, que se conforman con aportar un brillo tenue, podría decirse, un halo, un aura de felicidad permanente, y así, refulgente cuan gusiluz, camino por la calle, no sé como me mirará la gente por tener esta cara de idiota, ya que no me paro a mirarlos, voy mirando algo mucho más importante, lo que queda dentro de mi de estos días que han pasado, lo que queda de esas conversaciones con los amigos, lo que queda del cansancio físico de dormir poco y estar demasiado activo, lo que queda de magia...

Y siento la magia justo dentro de mi, en la zona abdominal, ahí está toda recogida, presto a salir, como una centella, hacia cualquiera que se lo merezca, mas no es tarea fácil merecerse toda esa magia, para ello se debe ser mágico también, si no sería un regalo non grato para cualquiera, sería como darle una flauta a un burro, y esperar que acto seguido este tocara algo de Verdi con ella, algo un poco violento para ambas partes...

Ahí sigo con mi magia danzante, inquieta, mientras mi cabeza piensa en otras cosas y tan sólo nota un leve cosquilleo que la estimula un poquito más si cabe, caminando solo, con la mejor de las compañías posibles, por la vereda del camino, fuera de los pueriles ojos de los curiosos, que manchan todo lo que miran de esta forma, hasta que llego a casa, y me tumbo a disfrutar de otro lunes más, a disfrutar de lo pasado, relajadamente.

5 Deja tu comentario, no cobro ;):

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho su visión de la vida de hoy. Es más, me hacía falta su visión de la vida de hoy.

Se lo agradezco desde un lunes de curro muy parecido al suyo gracias a usted. :)

Sr.DelGaS dijo...

Por favor, no me llame de usted que me hace mayor...

Me alegra que le haya gustado ;), un placer, como siempre

Anónimo dijo...

Aupa los lunes, que no los Lunnis...

Yo creo que el lunes es una especie
de promesa de la semana, una especie de utopía a medio hacer.

Ten cuidado, como sigas así corres el riesgo de que empiecen a gustarte todos los días...

Sara

Sr.DelGaS dijo...

Otia, no lo había pensado así, pero es posible... imagina que empiezan a gustarme todos los días... se empieza así y se acaba jipi perdío

Anónimo dijo...

Siii, pero sin porros

jajajaja

Sara