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lunes, 17 de septiembre de 2007

Pringao

Este escrito es para esas personas que no se merecen que nadie escriba sobre ellas, esas personas que no se merecen que nadie hable de ellas, pero al final, de un modo u otro, todos hablamos sobre ellas, con mayor o menor frecuencia. Son estos seres infrahumanos que todos conocemos, el subgrupo "pringaos".

Y es que lo malo de este subgrupo, cuya denominación obviaré repetir por exceso de amígdalas por mi parte, no es que sean tan pringaos, si no que, en su afán y su curiosidad, pringan todo lo que tocan, todo lo que ven, e, incluso, todo lo que sienten, detrás de ellos va un reguero propio del depósito de aceite de un coche viejo, y a su alrededor un aroma a fritanga los delata, no os dejéis ni observar por seres así, si no queréis tener que pasar por la tintorería ipso facto, alejaos de ellos, huir si es preciso, ya que son seres sin escrúpulos, porque son conscientes de que ensucian todo lo que hacen, pero, como ellos siempre lo ven todo sucio, creen que es normal, no les importa ensuciar vidas ajenas, e, incluso algunos, dejan manchas que no pueden ser nunca borradas, con lo que un cuerpo inocente y virtuoso de un ser excepcional puede quedar marcado para siempre con la mancha pequeña y minúscula de estos tiranos, apropiándose de lo que no les pertenece ni les podrá pertenecer nunca.

Pero debo dejar claro que pringaos hay en todas partes, es algo que no depende del estrato social, ni del dinero que se haya acumulado, ni siquiera de la formación académica que se haya recibido, para ser pringao hay que nacer pringao, para ser pringao tan sólo hay que tener ademanes de pringao, o en su defecto cara de pringao, o mentalidad de pringao, son tantas connotaciones que se dirigen inexorablemente hacia el infinito.

Y es que por otra parte, el mundo de estos seres es algo maravilloso, sobre todo de actitud, he tenido la posibilidad de entrar en contacto con alguno y, en realidad, ellos se creen envueltos en un halo de superioridad, que es lo que el resto de la población nos referimos con el "halo de pringao" o también conocido como "halo de mongolismo", en realidad en su mente, las situaciones claras y objetivas están perfectamente transfiguradas para que en todo parezca que son unos ganadores de nueva generación, mientras el resto de la población del lugar ve sus cagadas, entre ellos piensan que lo han hecho todo tan perfecto que asusta, y que ese es el motivo de que el resto de las personas allí presentes les rehuyan.

Ejemplos de pringaos:

- Si tienes un Ibiza y te crees que tienes un cochazo, tan sólo porque le has puesto un tubo de escape de 40'', total, quiero, y no puedo.
- Si te vas a comer a un Mcdonald's ataviado con tu polo de Ralph Laurent, o tu Lacoste, tu pelo en plan filetazo y tus ademanes de pijazo, cuando en realidad, eres un quiero y no puedo.
- Si tu máxima afición es irte a pasear a los centros comerciales porque no tienes absolutamente nada mejor que hacer.
- Si te estás quedando calvo (a todos nos pasa antes o después) y te empeñas en superengominarte el pelo y ponerte lo mechones de tal forma que "no se noten", tío, que se nota, además, se nota de cojones, y no hay nada mejor que saber llevar la calvicie con orgullo.
- Si hablas constantemente de lo que no sabes y encima pretendes llevar razón siempre.

Esto son tan sólo ejemplos, os animo a que pongáis vuestros casos de haber visto pringaos por ahí, deambulando entre las multitudes, como una mancha negra de pelo fosco y ojos hundidos

2 Deja tu comentario, no cobro ;):

Mae dijo...

uff. Por donde yo vivo hay mogollón de peingaos de esos..
Sobre todo de los del Ibiza o el León "tuneao" y se creen que llevan un ferrari. ja ja.
En fn, para que haya gente normal, tiene que haber pringaos.. Besos.

Sr.DelGaS dijo...

Está claro que por cada 10 hay diez 1... creo que queda todo dicho :P