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lunes, 22 de octubre de 2007

De lunes

Fin de semana ajetreado, y otra vez el lunes se alza como una maza a la espera de que pase algo o alguien por debajo de si para, simplemente, dejarse caer con despreocupación, aún colean las ojeras y el cansancio acumulado, el dolor en las articulaciones y el remanso de Pax Romana en la cabeza, en la que las neuronas han decidido no tomar parte en ninguna decisión, por sencilla que sea. El tiempo pasa y el Sol se va alzando, describiendo bellas sombras, bañando y calentando poco a poco el mazo y proyectando una penumbra en todo lo que le rodea, ahí está él, magnífico, único y auténtico, macizo, va dejando caer su peso de forma aleatoria.

Y ahí estoy yo contemplando el mazo desde una distancia considerable, obnubilado, hipnotizado, con una cara de tonto digna de cualquier tertuliano de programa del corazón, mientras el día pasa, y ya parece que mi cuerpo empieza a responder poco a poco, por lo menos comienzo a sentir ese cansancio y ese dolor propio del esfuerzo físico que ya es casi rutinario, mientras, veo a la gente pasar con la cabeza gacha justo por debajo del Gran Mazo, sin acelerar el paso, sin menguar su ritmo, totalmente indiferentes, y claro; ¡plaf!, otro chafado, yo creo que es cuestión de actitud, el lunes está ahí para poner las cosas en su sitio tan sólo, para aplastar a los que gritan desde dentro, con una sorda y profunda voz, ¡¡a mi, a mi, no quiero otra semana más!!, y claro; ¡plaf!.

Así que me decido y, sí, voy a pasar por debajo suya, ¡a ver que pasa!, me pongo a la fila y espero, y, una vez allí veo cosas sin igual, veo un montón de caras sin ningún tipo de expresión, seres mitad humano mitad piedra, los hay de muchos tipos, veo gente que tiene un parecido increíble con las arcillas, impermeables pero, tan frágiles; hay otros que tienen los puntitos propios del granito, del mármol, a estos se les puede tallar si hay tiempo y ganas suficientes de casi cualquier forma, eso sí, para que quede algo bonito las manos del artesano deben ser hábiles; así luego pasa lo que pasa, que todo el mérito es para el artesano, y la obra del mismo se vuelve una celosa incomprendida, se pregunta: si yo soy lo bello, ¿por qué el mérito es de el que me hizo?.

Ya se va acercando el momento, ahí está el mazo, ¡cuánto trabajo tiene el pobre!, voy a ver si le quito un poco. Es mi turno, miro hacia arriba según me aproximo, y vuelvo a poner cara de idiota, ¡qué grande es!, ¡qué sombra más fría da!, ahí voy, con cara de tonto y con una felicidad aún más tonta, una vez estoy abajo, espero... no pasa nada.... sigue sin pasar... los de la fila se empiezan a impacientar...

Miro hacia arriba, y ahí está el Gran Mazo, y ahí estoy yo... hasta que me canso y sigo adelante, ¿se le habrá acabado la batería?, doy un par de pasos, me alejo de él y pasa el siguiente... noto que el suelo se mueve bajo mis pies, me doy la vuelta y ahí está, otra vez a lo suyo...

Lo dicho, el Gran Mazo tiene un trabajo agotador, además de que no tiene que ser muy gratificante, a ver si quedo con él y nos vamos cuando termine a tomarnos un piscolabis por ahí...

8 Deja tu comentario, no cobro ;):

Moriah dijo...

¿Y yo de que material crees que estoy hecha? :)....

Ese mazo tiene mala pinta...creo que a mi me golpea a diario varias veces pero no es suficiente...Quizá me lo merezca...

Sarilla Malibú dijo...

jajajaja

Tío, que bueno lo del mazo, hoy me ha pillado en el curro, me ha pegado fuerte y aún me duele la cabeza y todo... Pero gracias a él HE TOMADO UNA GRAN DECISIÓN...

Que punto, yo el lunes lo visualizaba como la pared de granito, unos se estampan y otros giran justo a tiempo para llegar al martes sin la cabeza rota.

Elbereth: yo creo que tú como todos y todas,estarás hecha de barro cocido.
¡Feliz semanita!

Anónimo dijo...

Yo te imaginaba a ti,señorgasificado, del chicle ese de este de los años 80, ¿cómo era? Bang bang? El del liquiduli por dentro.

A Elbereth la veo de porcelana, pero de porcelana de estas duraquetecagas y al mismo tiempo fina.

Sr.DelGaS dijo...

Elbereth:

Si te digo la verdad no tengo ni idea, para saber del material del que es alguien, hay que conocerle demasiado, hacer pruebas y ensayos cualitativos (modo frikímico: ON) para ver que hay dentro.
A mi el mazo me mola, la verdad, sobre todo si no me sacude :P

Sara:

Muchas gracias Sara :D, ya me tomarás la gran decisión, estoy deseando oirla :D.
¡Feliz semana para ti también reina!, estoy a la espera de novedades

Mala (para que veas, ya te tuteo con el nombre :P):

¡¡El Boobaloo!!, no veas que experiencia mística, lo malo era cuando te tocaba alguno que estaba duro, te dejabas la piñata ahí
Por cierto, lo más duro es lo más frágil, pero de esto ya hablaré otro día ;)

Sarilla Malibú dijo...

Siii... lo más duro es lo más frágil... nunca creáis que la gente dura lo es..

en el fondo esconden una gran fragilidad.

Yo decía de barro porque creo que muchos tenemos esa esencia, que es lo más básico, lo más sencillo, y la aderezamos con esmaltes y tonterías varias para decorar.

El bobaloo es la cañaaa.
Saludines, Sara

Anónimo dijo...

En lo del barro tienes toda la razón Sara ¿has hecho cerámica alguna vez? Me has recordado algo chulo: Mi mamá es ceramista, una artista 100%. Claro yo hago lo que puedo, es decir, convierto el barro en figuras cutres y feas, pero... La sensación de moldearlo, de mojarte las manos con agua y aplastar tus dedos sobre ella, el sonido que produce, de mancharte... Es genial.

Sarilla Malibú dijo...

Anda! Mi padre ha sido ceramista, por eso la metáfora...jejeje

tienes razón, la arcilla es la caña, si tienes un mal día, ¡relaja muchísimo!

Que suerte tienes de tener una madre ceramista, seguro que hace cosas muy chulas.

¡Saludines!

Sr.DelGaS dijo...

¡Entre ceramistas anda el juego!, a ver si me enseñáis entre las dos a hacer cosillas ;)

Un beso para cada :D