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jueves, 13 de septiembre de 2007

Abrir y cerrar

Cerré y volví a abrir los ojos, y todo había cambiado, toda mi oscuridad era luz, pero no una luz cegadora, más bien un brillo tenue, todo parecía más claro a mi alrededor, no es que estuviera más lleno de matices, si no que esos matices eran distintos a como eran antes, pero la riqueza era la misma, era tan sólo, otro punto de vista, pero, ¡vaya si cambiaba el punto de vista!, eran ambos igual de bellos, igual de serenos y de mágicos, me llenaban por igual el espíritu, pero eran tan distintos que ni siquiera parecían la misma escena, y es que hay que ver como cambia todo dependiendo la iluminación que uses, dependiendo del prisma y la óptica que montes, y sí, para unos determinados aspectos da muchas ventajas la oscuridad, y para otros, la luz tenue, me acordé de mi profesor de microbiología cuando nos enseñaba las diferencias entre el microscopio óptico, el de ultravioletas, y los electrónicos, cada uno tenía algo que aportar...

Me acordé del libro del Tao y de su forma de ver la realidad dual, de ver lo bueno y lo malo como dos caras de una misma moneda, de ver como si en una cara había grandes elevaciones y bellos grabados, en su anverso habría profundas depresiones y dibujos ininteligibles, y es que, en realidad, somos todos como esas monedas del Tao, en eso reside nuestra igualdad, hay personas cuyas virtudes y defectos son más rectos, más pulidos, y otros que están llenos de picos y recovecos, como un fractal, y muchas veces nos sorprendemos cuando un ser que creíamos virtuoso nos muestra esa cara, y le tachamos de falso y de monstruo, cuando tan sólo nos está enseñando su anverso, ahora comprendo por qué los grandes maestros del Tao quieren huir de los extremos, quieren mantenerse en la serena templanza, todo tiene un tiempo para subir, y otro tiempo para caer, un tiempo para mantenerse erguido, y otro para encogerse, tan sólo que cuanto más subas, o mas te estires, más bajarás, o más encogido te quedarás al final.

¡Ay!, ¡cuánto se puede aprender cerrando y abriendo los ojos!, y ahora ya creo que no puedo parar, no me conformo con un punto de vista, quiero todos los puntos de vista posibles, quiero tener un conocimiento más rico sobre mi mismo, y una vez recopilado eso, tal vez me vea con fuerzas de volver a bajar a mis profundidades, sin duda es un viaje que hay que hacer periódicamente, pero no penséis que por hacerlo más veces es un viaje más fácil, ni mucho menos, las profundidades de uno mismo son intensamente cambiantes, si bien su esencia se mantiene, no así su forma, que cambia sin parar, cada vez que se baja es un rompecabezas nuevo, que, la mayoría de las veces, hasta que no consigues acabar no te das por satisfecho, si bien la satisfacción es enorme al terminarlo, la recompensa es mucho mayor a las penurias sufridas.

Así pues, parto ya, abriendo y cerrando los ojos, mirando con ojos que no son míos, y escuchando con oídos que no me pertenecen, hasta que aprenda a sentir con el espíritu y no con los sentidos.

4 Deja tu comentario, no cobro ;):

Aiala Ruiz de Alegría dijo...

Hola!es la primera vez que me paso por aquí :) Me ha gustado tu reflexión sobre el tao, sobre los puntos de vista, sobre tí, sobre el descender, simplificar, clic-clac. Hay una frase de Foucalt (que ultimamente repito hasta aburrir al personal) que dice que a veces hay que mirar distinto para poder seguir mirando.
Eso sí, en algo no estoy de acuerdo contigo, y es que no creo que haya ni recompensa ni penuria. Ser es lo que es. Te deseo mucha suerte en tu viaje!

Sr.DelGaS dijo...

¡¡Saludos Aiala!!, un placer tenerte por aquí, espero que te pases más veces ;), gran cita la de Foucalt.
En cierto modo estoy de acuerdo contigo, ser es lo que es, gracias por todo y espero verte por aquí pronto ;)

Anónimo dijo...

Qué bueno, además estoy en un rollito beat ultimamente. Muy profundo :)

Sr.DelGaS dijo...

Gracias reina, un placer, como siempre ;)