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viernes, 16 de noviembre de 2007

Sólo para conductores

Hoy cambio de tercio, hoy os voy a contar la odisea que es ir a Madrid en coche cada vez que me lo propongo, y digo odisea por no decir putada, atended muchachada, y eso que nada más os voy a contar el camino de vuelta, si no me extendería en el espacio y en el tiempo hasta el infinito (y más allá que diría Buzz Light Year)

Bueno, salimos del cole, esta parte es tranquila, hasta que, inexorablemente, llegamos a la autopista, ese gran y bonito lugar que a veces parece más ancho que largo (¡cuatro carriles que nos han puesto señora!, como cuatro soles mañaneros), total, ya la entrada es un poco odisea, ya que tenemos un "carril de aceleración" tal que tu vienes de una curva cerrada, vamos, a unos 40 km/h si no quieres acabar contra un pino, y en unos 100 metros tienes que incorporarte a ese monstruo llamado A-6, osea que tienes dos opciones, o dejar bien limpitos los inyectores dando un acelerón que se cague la perra o no salir en la vida, y, como uno no es Matusalén, no puede quedarse uno 600 años esperando a que alguien le deje pasar; total, misión número 1: inyectores relucientes.

Muy bien chavalote, ya estás en la autopista, ahora toca pegarte, literalmente, con el resto de alimañas al volante, no esperes que NADIE mire al retrovisor ni de intermitentes para cambiar de carril, total, ellos ya saben hacia donde van, así que, ¿para qué van a avisar?, cada uno a lo suyo, y, aquí viene lo realmente cojonudo, os pongo en razón: hay cuatro carriles, y la entrada del carril BUS-VAO está tras una incorporación por el carril izquierdo, así pues, lo racional sería ponerse en el carril izquierdo e ir entrando a una velocidad prudencial, con lo cual el tráfico se mantendría fluido, pero yo que soy muy avispado me he dado cuenta del plan de ataque enemigo, que es el siguiente: aguanta en uno de los carriles centrales todo lo que puedas, para, una vez que estés a 10 metros de la incorporación, meterte a la hostiaputa dando un volantazo, y, si se pone alguien por delante, pues mira, que se ponga. Resultado: 4 km de atasco detrás sin que nadie sepa por qué ha pasado.

Cojonudo, estás en el BUS-VAO, aquí todo transcurre con cierta normalidad, mucho dominguero suelto, con el que tener cuidado, pero vamos, sin más incidentes (aunque podría haberlos habido)

Aquí viene la parte buena, una vez se acaba el carril de la Pax Romana, anteriormente conocido como BUS-VAO, ahí estás, en la jungla otra vez, aquí si que he flipado mandarinas, he visto a un mercedes mátricula FKD o algo así, total, de ayer por la tarde, un clase E (aproximadamente 8 o 10 millones de pesetas, que en euros me lío), con sus 200 burros, en el carril central a la increíble velocidad de.... 70 km/h (eso sí, el tío estaba sólo, con el viento a favor y una distancia de seguridad de unos 500 metros con el vehículo que le precedía), pero sin duda le sobrepasaba el individuo que a continuación enumero: un ser, de unos 25 años, con su camisa y su chaqueta colgada para que no se le arrugara colgada en la ventanilla, con un coche medianamente nuevo, a 80 km/h por el carril central, ataviado para la conducción con una prenda imprescindible para la conducción, estoy hablando amigos.... ¡¡del chaleco fluorescente amarillo!!, sí pequeños, sí, iba conduciendo con eso (además de con su cara de besugo, claro), bueno, ya que estoy os pongo el podium, en el tercer lugar un dueto a la par soplapollas como atontados (según los últimos estudios confirman que eran más tontos que afilamazas y más desgraciados que arrastrabaúles), dos personajes, montados en una moto de 125 cc, que iban haciendo zig-zag delante de los coches (deber ser que cada uno que adelantaban tenían que cambiar de carril), que, cada vez que adelantaban a cualquier vehículo, el mangurrián que iba detrás de los dos, se sentía con la obligación de girarse, y enseñarle el dedo índice (sí, ni siquiera en corazón, el índice, como hace mi abuelita), mientras tensaba tanto el brazo que le vibraba de la emoción... ahí queda eso...

En fin, para salir flotando, y eso son tan sólo los 3 más tontos, pero no os creeríais la cantidad que hay en la A-6 TODOS los días (debe ser que la autopista esta debe ser dominio del gran San Inútil, esa gran santidad que obra constantemente).

El balance final no ha estado del todo mal; he llegado vivo a casa, sano, entero, y con un dolor de cabeza para cagarse entero, eso sí, en la letra pequeña del balance lo de siempre en esa carretera, 2-3 posible accidentes claros, y unos 5 sustos, y eso que son 35 km de mierda...

Así que no olvidéis, si os vais a aventurar en esta gran carretera, dominio de domingueros, mangurrianes y muerdealmohadas, no olvidéis ir a visitar a San Inútil antes, y que os bendiga, pero bien bendecidos, por lo que puede pasar.

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