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martes, 13 de noviembre de 2007

Veneno

Quizás sea veneno, o quizás me haya convertido en veneno a lo largo del tiempo, quizá me lo haya ido guardando el veneno durante tanto tiempo que ahora corre y fluye por mis venas y no sólo en mis colmillos, quizá mi lengua bífida y viperina no sea más que un señuelo para que te acerques con paso sigiloso a la espera de ser mordido, o tan sólo puede que quizá sea fruto del Azar sin más que hayamos coincidido en espacio y tiempo, el caso es que aquí estamos, paralizados, mirándonos a los ojos sin poder pestañear, sintiendo las vibraciones de nuestros cuerpos que nos son comunicadas por el terreno que nos rodea, el viento se calla para hacernos oír nuestros propios latidos y compararlos mutuamente, para quedarnos fascinados el uno con el otro, para sentir el pánico y el amor que expelimos en este preciso momento, no corras, no hagas que se rompa este momento tan preciado, pues ya nunca volverá, la próxima vez, no será como esta, ni mucho menos, será todo más frío, más distante, aunque nos rocemos como el rocío roza las hojas marchitas del otoño, como el río acaricia las piedras que arrastra a su paso, ya nada será lo mismo, ni parecido, ni siquiera será contrapuesto, será tan sólo... distinto, todos los puntos de unión se romperán y harán caer la estructura sin más, sin ningún orden, y tampoco sumidas en ningún caos, simplemente caerán vulgarmente, como cae un tronco después de ser cortado, y no como caen las hojas mecidas por el viento, ay, si que son importantes las formas, sí...

Te estaba hablando de veneno, ¿verdad?; en realidad, poco importa que te muerda o que sea yo el mordido, ya te dije que en mis venas la sangre se ha ido gradualmente cambiando por este líquido que en los dibujos animados lo pintan de verde humeante, ¿a qué en la realidad no es tan desagradable?, ten cuidado, es peor que una droga, siempre que la dosis sea correcta, claro está... Ven conmigo y naufraga junto a mi en mi mente, déjate llevar, aunque el viento sea fuerte y las aguas bravas; ya verás como ahora, cuando salgamos, sabrás mucho más de tempestades, de lluvias y; por fin, comprenderás lo que es una nube negra, negra de verdad, tan negra que la boca del lobo te parecerá un neón luminoso de colores horteras.

¿Cómo?, ¿ya te vas?, ale, ve, ve y cuéntales quién es el del veneno, y quien es la serpiente, no te dejes ningún detalle, no me gustaría tener que bajar a repetirlo donde la tierra y la hierba se convierten en hormigón y asfalto, me rasga mi delicada piel y me irrita la mente, a ver si hay otro algo más osado que tu que pueda aguantarme durante al menos 5 minutos sin tener que decirme nada, simplemente, contemplándome...

Y, evidentemente, desapareció sin más dejándome otra vez en la más serena soledad y la más buscada felicidad, al menos, durante un tiempo.

4 Deja tu comentario, no cobro ;):

Moriah dijo...

Así no se liga...creo yo...más bien has asustado a la pobre que sea...con eso del veneno verde humeante... ¡ni la bestia del pantano!

Eso sí, la pluma no la pierdes...quiero decir la de escribir --todo hay que aclararlo, demonios-- y es cierto...ningún momento es repetible...ninguno semejante....

Un beso.

Sarilla Malibú dijo...

diox...

Me he quedado sin palabras. Y mira que para mí eso es difícil.

Sr.DelGaS dijo...

¡¡Elbereth bienvenida de nuevo!!, hombre tampoco era para asustar, nada más para entrar un poco en razón.
Un beso chiquilla ;)

Sara, ¿has flipao para bien, o para mal?, que claro no me lo aclaras y no sé como tomármelo :P

Sarilla Malibú dijo...

jajajaja

Simplemente me he quedado sin nada que decir porque me ha parecido tan contradictorio este post... que no lo entiendo... vamos